miércoles, 11 de noviembre de 2009

Viridiana

Me permitirán, en primer lugar, manifestar mi admiración por los artículos que D. Abraham García publica dos veces por semana en el periódico el Mundo.

Sentado lo anterior, y centrándonos en los nos ocupa, Viridiana es de esos restaurantes de Madrid con personalidad, y no cualquier personalidad, sino la de D. Abraham, que como verán, es mucho decir.

Así, en Viridiana sólo se sirven productos de altísima calidad, esos productos que uno selecciona con especial cuidado cuando debe cocinar para los suyos, y es que en el restaurante de al lado del Parque del Retiro no resulta difícil compartir mesa con la familia de D. Abraham.

Productos que permiten preparar una excelente ensalada de tomate raf, aderezada con el mejor aceite de oliva y un vinagre de módena equiparable sólo al del restaurante Dopo.

Un foie mi-cuit como sólo en las Landas o el Périgord puede degustarse.

O unos huevos con mousse de boletus y trufa, pues es al probar estos huevos y esta trufa cuando uno recuerda a que deberían saber tales manjares.

La gran calidad en los productos cocinados se observa igualmente en platos como el arroz meloso de boletus, o las tripas de cordero a la parrilla, pero también es en estos platos en los que se aprecia que D. Abraham no cocina para sus comensales, sino que lo hace para él, pues seguro que el pimiento es un producto que le apasiona, pero resulta discutible que case con un arroz meloso de boletus, e igualmente uno podría cuestionarse si unas tripas de cordero deben servirse solas, sin un acompañamiento que permitiese desengrasar el paladar, y así poder degustar más de dos bocados de tal exquisitez.

Respecto los postres, sólo puedo quitarme el sobrero, pieza fetiche de D. Abraham.
Así, el coulant de chocolate es de esos a los que Michel Bras seguro le permitiría utilizar su primigenia denominación y, de nuevo, al encontrarnos sólo ante productos, como es el surtido de quesos artesanos, uno vuelve a degustar la excelencia.

En definitiva, Viridiana es un restaurante que no gustará a todos, por su chef, en ocasiones de trato abrupto, por algunas combinaciones de sabores en algunos platos, o por el poco esmero que D. Abraham presta en la presentación de sus guisos, mas, si uno desea recuperar la autenticidad de algunos sabores, y degustar de los mejores productos de la capital (sólo está a la altura de su surtido de quesos el ofrecido en el restaurante Santceloni), no debe faltar a la cita con Viridiana.

Vino: La Cima ‘03

Precio: 100 €
Calificación: 13,5/20

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