Un servidor se ha pateado la India, y puedo aseguraros que como en el londinense y estrellado restaurante Gymkhana comí en muy pocas partes y en casi ninguna me lo pasé tan bien.
Y en el restaurante Gymkhana me lo pase teta pues aúna a la perfección la flema de los clubs británicos (su servicio es de restaurante de postín) y el “canalleo” propio de sus pubs (el ambiente es de lo más festivo), y si por este sui generis matrimonio se brinda con alguno de sus magníficos cócteles -en España no he dado con tan alta coctelería-, sobran las palabras.
Y comí de cojones -aunque lo de la paridad por constricción me parezca una atraso, progesterona y testosterona a partes iguales- pues, en el restaurante Gymkhana sirven una versión refinada de la mejor cocina india -intensa, compleja, profunda… y sí, muy picante-, y no un amago, por descafeinado, de ésta (e.g. el barcelonés Tandoor).
Y rodeado de indios -de los que visten su rostro con un “bindi” y no con plumas- disfruté como un ídem de:
Un muy buen “Rosemary Last World” (cóctel de Gin Mare, Chartreuse, zumo de limón, Marrasquino y romero).
Unos excelentes “naans” rellenos de ciervo PICANTE -no aptos para pusilánimes-, acompañados por una salsa de yogur, comino y pepino -árnica para el paladar-.
Unas notables “samosas” (empanadas frita) de verduras especiadas con chutney de tamarindo.
El mejor “chicken butter Masala” que he comido. Un plato al que, de soportar un picante que os dejará sin cabellera, juraréis amor eterno pues, en el restaurante Gymkhana, al plato más pervertido de la cocina india -como sucede con nuestra paella-, se le rinde tributo en forma de un magnífico guiso de pollo con curri amarillo, jengibre y cilantro, acompañado por un arroz basmati de aroma embriagador.
Un muy, muy buen “Apis Indica” (cóctel de Pampero especiado, Amaretto, miel, limón y orejones).
Un excepcional “Kheer”: una suerte de arroz con leche de higos (en crema y secos), nueces de pecan, cardamomo y canela.
Y unas impecables trufas especiadas.
En definitiva, un restaurante que hará arder vuestro paladar pero que alimentará vuestras almas.
Bodega: Lo mejor: sus cócteles -el mejor maridaje para la cocina india- y su prolífica carta de vinos. Lo peor: los precios de ésta.
Precio: 60€ (a la carta). Menú mediodía: 50€. Precio medio a la carta: 30€-50€ + bebidas. Menús (5) degustación: entre 50€ y 100€ + bebidas.
En pocas palabras: Un pub indio con merecida Estrella.
Indicado: Para los que deseen viajar a la mejor India sin abandonar el espacio Schengen.
Contraindicado: Para los de paladar inflamable -con la genuina cocina india no hay extintor que valga-.
42 Albemarle, Londres.
+44 20 3011 5900
Este sí que tiene buena pinta. Me lo apunto.
ResponderEliminarBuena vista. Apunta, apunta.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAunque hayas borrado el comentario, me gustaría decirte, Ana, que, a pesar de su cierta occidentalización, un ágape en el restaurante Tandoor bien vale lo que cuesta (que no es mucho).
EliminarUn saludo,
Guau! Con lo que me gustan los restaurantes indios, este no me lo pierdo. Aunque pique un poco la cartera, me fío mucho de tu recomendaciones y más si has ido a la India! :)
ResponderEliminarEn Londres todo pica (económicamente) y si algo es verdaderamente indio también debe hacerlo (al paladar).
EliminarNo te lo pierdas pues, es casi unánime en Londres que es el mejor pub indio de la ciudad.
Un saludo,
Jajaja eso es verdad :) Tengo ganas de volver a Londres, y cuando fui comí muy bien allí. Me gusta el picante (siempre que no sea algo excesivo que literalmente sea fuego en la boca), así que en mi próxima visita no dudaré en ir.
ResponderEliminarGracias Eduard!