Sigo, periódicamente -menos de lo que mis padres querrían, pues eso es sinónimo de verme el pelo-, tomándole el pulso a la gastronomía de mi tierra y, aunque últimamente parece que ésta palpita con más vigor, que el ritmo cardio-gastronómico de la capital de la Terra Ferma ha salido de la asístole en la que se sumió con el adiós de los Malena -el primigenio, en el que Xixo Castaño brillaba más allá de su Estrella-, Ambrosia, Cassia o Petit Gascón, de ser licenciado en medicina no me atrevería a retirarle el marcapasos pues, los restaurantes L’Estel de la Mercè, Ferreruela, Aimia, Rita Cokó o El Cau de Sant Llorenç, a pesar de sus méritos, no acaban de ser capaces de desapolillar el paladar de los ilerdenses -culpa tienen los primeros por conformistas, y la de los segundos recae en una mentalidad provinciana que se traduce en dar la espalda en Lleida a lo que aplauden en Barcelona o Madrid-. Pero terminemos esta farragosa introducción con algo de positivismo, lo que implica citar a una de las grandes esperanzas blancas de Ponent: el restaurante Cal Xirricló, cuya tercera visita (y correspondiente crónica) está al caer, pues hace demasiado tiempo que desconozco qué se trae entre manos su pareja de chefs (Marc Lorés y Gabriel Jové).
A pesar, o por todo lo anterior, la mejor forma de conseguir un romance gastronómico en la capital ilerdense es abrazar la cocina de mercado. Una cocina de ayer, de hoy y de siempre que practican, como nadie en Lleida, los restaurantes El Xalet Suís o La Pèrgola.
Y, dado que hoy lo que nos debe ocupar es el restaurante La Pèrgola, detengámonos unos minutos en lo que Lluís -un cocinero sesentón que vive una perenne juventud- y señora (al frente de una sala en la que, en la salud y en la enfermedad, uno se siente como en el comedor de su casa) ofrecen en su acogedor chalet de la zona alta de Lleida.
Un restaurante La Pèrgola en cuya carta cohabitan productos de muchos quilates y platos de chup-chup para chuparse los dedos, pero del que en esta ocasión disfruté a través de su interesantísimo menú de la semana (20€, bebida incluida).
Un menú (un par de ellos) materializado en:
Unos más que correctos aperitivos de la casa: mini coca de recapte vegetal y bikini de queso provolone y sardina ahumada.
Un muy buen pan de payés (de la panificadora madrileña Viena La Baguette) acompañado por una buena arbequina de la Cooperativa de Aspa.
Un resultón guiso de lentejas y gambas.
Un muy buen tártar de bacalao con tomate, olivada y pan de aceitunas negras. Será más comercial, pero déjate de puñetas Lluís, y llama a este gran plato por su nombre: “esqueixada”.
Un más que correcto calamar con su tinta y parmentier.
Un impecable rodaballo con alcachofas y un jugo de carne con el toque de Lluís -conozco su secreto, pero prefiero que os deleitéis descubriéndolo-.
Una buena mousse de turrón de jijona con confitura de naranja.
Un notable brazo de gitano de nata con helado de crema catalana.
Y unos petit fours “homemade” de aúpa: trufas y almendras garrapiñadas.
En definitiva, por una carta repleta de platos que ni pasan de moda ni olvidaréis y por un menú de la semana que en una gran capital “lo petaría”, el restaurante la Pèrgola es un valor refugio de la restauración ilerdense.
Bodega: Corta pero interesante carta de vinos (mi elección: Saó Expressiu 2009 (Garnacha, Cabernet Sauvignon y Tempranillo), Mas Blanch i Jové, D.O. Costers del Segre), y gran fondo de armario de licores (mi antojo: el Islay Bowmore 1999 by Eilan Gillan).
Precio: 35€ (menú de la semana (20€) + “upgrade” de vino + chupito). Precio medio a la carta: 40€-60€.
En pocas palabras: Pequeña ciudad para tan gran cocinero.
Indicado: Para ver la luz en una ciudad en la que la niebla de los prejuicios y el conservadurismo llevan demasiado tiempo sumiendo en el ostracismo a su gastronomía.
Contraindicado: Para esos babosos (en su segunda acepción) que constriñen la cocina de Lleida a los caracoles y a la brasa.
Passeig de Ronda 123, Lleida.
973 238 237
PD: Parada y fonda en Lleida que respondió a una escala de una excursión gastronómica de tres días por Madrid que me llevó, y en próximas crónicas lo hará con vosotros, por los restaurantes El Porrón Canalla, La Tasquita de Enfrente, Coque, Sala de Despiece, Freixa Madrid y Barra Atlántica.
Hola,
ResponderEliminarHace tiempo que te sigo, pero hoy escribo por primera vez. Y es que, ¿ese menú tan interesante y, por lo que comentas, más que bueno, sólo 20€?
Envídia de esa mini gira por Madrid, en concreto muchas ganas de ir a Coque y La Tasquita de Enfrente...espero ansioso tus comentarios.
Un saludo
Marcos Bergua
Pues bienvenido, Marcos.
EliminarEl menú es de lo mejorcito (relación calidad-satisfacción-precio) que he visto, pero como indico, las imágenes corresponden a dos.
La Tasquita es un "must" de Madrid, Coque un "up to you" y Freixa un "No, no, no", pero basta ya de "spoilers".
Un saludo,
Eduard