jueves, 2 de febrero de 2012

Casa Palet

Si la última crónica la protagonizaba un banquero que, afortunadamente, dio rienda suelta a su vocación de cocinero, no merece menor celebración la tienda de productos gourmet con alma de restaurante que hoy nos ocupa.

Hay quienes creen que su horóscopo los define, los condiciona, otros que saben que su personalidad está intrínsecamente relacionada con la posición de los astros, ya sea en su concepción o al tiempo de nacer, algunos sienten que el año en que vieron la luz dice mucho de ellos… y también están los que intuyen que su nombre ha tenido alguna, o mucha trascendencia en su desarrollo personal. Y, tal vez, en este último escenario es en el que debemos circunscribir al restaurante Casa Palet: un colmado de lujo de barcelonés barrio de Sant Gervasi cuyo nombre ya permitía intuir que lo de ser solo una tienda, por más nobles que fuesen los productos que en ella se despachaban, le quedaba pequeño.

Y así, Àlex Palet, un antiguo agente de bolsa, con el restaurante Casa Palet mató dos pájaros de un tiro, o lo que es lo mismo, despertó dos vocaciones dormidas: la suya y la de su tienda.


Despertar en el que el joven cocinero Jorge Aranda jugó, y sigue jugando, un papel capital, pues a la postre es quien, con los escasos diez metros cuadrados de cocina de los que dispone, tiene la difícil empresa de conquistar a los 25 comensales que cada servicio llenan la acogedora, aunque ruidosa, sala del restaurante Casa Palet.

Empresa de la que, en líneas generales, el pasado sábado, salió victorioso gracias a la siguiente cena.

Cena, cuyo preludio –todo sea para hacer buena la expresión que “el hombre es un animal de costumbres”- corrió a cuenta de un vermut, aunque en esta ocasión al Izaguirre Reserva de rigor le hiciese la cama el también excelente Miró Reserva.

Y cuyos derroteros me llevaron por:

Una notable ensaladilla “sui generis”: patata al tenedor, mayonesa y atún, acompañada por unos chips de yuca.

Una buena coca de pan con pimiento, berenjena y cebolla escalibadas que hubiese merecido una mejor valoración de no ser por las pobres, e impropias dado que el restaurante Casa Palet es, ante todo, una tienda gourmet, anchoas que la coronaban.

Unas sabrosas croquetas de jamón ibérico que, no obstante, no desbancarían a ninguna de las que, a día de hoy, copan mi Top 5 barcelonés (Vivanda, Coure, Fábrica Moritz, Cañete y La Cañota).

Un excelente huevo frito al que los 5 gramos de trufa que lo acompañaban convertían en un huevo de matrícula de honor.

Una sabrosa, untuosa, de carne madurada y perfecta en su cocción hamburguesa a la piedra (en Casa Palet las encontraréis de 250, 500 y hasta de 750 gramos) con patatas fritas -excelentes- y ensalada que, no obstante, no copó las altísimas expectativas generadas por algunos comentarios de amigos y blogers que la postulaban como la mejor hamburguesa de Barcelona –personalmente, me quedo con la de L’Atelier del Coure o con la de vaca vieja de La Royale-.



Una, conceptualmente notable, torrija de panetone con helado de crema catalana a la que, una mejorable ejecución –el azúcar que la rebozaba se quemó, en su paso por la plancha o bajo la llama del soplete- convirtió en una correcta realidad.

Y una copa del excelente whisky PC (Port Charlotte).

En definitiva, una tienda gourmet que, si bien no llega a la cuadratura del círculo, sí que consigue cerrarlo gracias a la sencilla y sabrosísima cocina que practican sobre la base de muchos de los productos que en este colmado de lujo pueden comprarse.

Bodega: ¡Bravo, amigos de Casa Palet, por poner tan fácil el disfrutar de grandes vinos! Finca Terrerazo 2009 (Bobal). Bodega Mustiguillo. DO Pago del Terrerazo.

Precio: 30 € + vino (26€)

En pocas palabras: Producto de calidad en tu casa, y en la suya.

Indicado: Para los que no existe mejor receta que aderezar un buen producto con amabilidad, calidez y una bodega apta para casi todos los bolsillos.

Contraindicado: Para los que en un restaurante buscan más valor añadido que la mera selección de notables materias primas.

Laforja 9, Barcelona
932 185 309

2 comentarios:

  1. Escribi sobre casa palet hace tiempo, voy ontento ir amenudo, y hay que reconocer que todo lo que dices es una realidad. Un sitio extraordinario donde encima puedes tomar vinos excelentes a precios muy razonables y donde independientemente de lo que aqui explicas, bordan la tortilla de bacalao.
    Saludos

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  2. Observé como la disfrutaban en la mesa contigua a la mía, Agustín, y me quedé con ganas de probarla.

    En la segunda visita a Casa Palet -pues la habrá- la tortilla caerá.

    Un saludo,

    eduard

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