No sabedor -os lo juro-, de la vigencia, de la trascendencia de ese mensaje respecto al restaurante que hoy nos ocupa (NONONO), en mi última crónica apuntaba a una buena digestión como un elemento capital para valorar una buena mesa, una buena comida y, por extensión, un buen restaurante.
Y así es, pues, si algo define la propuesta gastronómica del restaurante NONONO esto es el respeto –impostura, auténtica creencia o mero aprovechamiento de las tendencias del mercado, eso deberéis juzgarlo vosotros mismos- que profesan por la salud, física y psíquica, de sus comensales.
Pero vayamos pasito a pasito que en el restaurante NONONO hay paja que separar del grano -por supuesto, de agricultura ecológica-.
Hagamos, en pro de una utópica objetividad, una breve ficha técnica de este nuevo vecino del pasaje Lluís Pellicer.
NONONO: la segunda vida –parece que últimamente todo el universo gastronómico barcelonés gira entorno a las rencarnaciones de los locales que forjaron a nuestros restaurantes estrellados- del local que vio nacer al restaurante Saüc y que, si las inclemencias del destino lo permiten, celebrará su primer cumpleaños el 19 de mayo de 2013.
NONONO: el restaurante que ha propiciado la vuelta a los ruedos –sé que, a tenor de la filosofía que predican, no es la mejor metáfora, pero es que dentro de mi hay un polemista al que de vez en cuando he de sacar a pasear- del mediático Isma Prados –no creo que precise de más presentación-, acompañado en este proyecto, propiciado por Marcos Acosta (su “benefactor”), por Óscar Sánchez (Jean Luc Figueras, Drolma, Petit Comité o Dime, entre otros).
NONONO lleva por nombre uno de los restaurantes de Barcelona con más, y más sui generis personalidad, pues en él se huye de los fritos, de los microondas y de los azúcares refinados como si de la peste se tratasen.
NONONO es la guinda, el colofón que ha puesto Marcos Acosta a una vida en la que la ecología, la consciencia alimentaria, las ansias por legar un mundo mejor han sido sus pilares.
NONONO: un restaurante que practica una cocina radicalmente –con los pros y los contras que intrínsecos llevan aparejados los integrismos- ecológica y biodinámica.
NONONO: un ecléctico –en algo de la perversión esnob que últimamente se la ha conferido a la palabra, pero sobre todo en mucho de fusión de conceptos, de ideas en pro de la racionalidad que está en su génesis- bistró del siglo XXI, de acogedor y cuidado interiorismo (destacan algunas mesas que datan de comienzos del Siglo XX compradas en rastros parisinos), y en el que pretenden que todo el negativismo quede puertas afuera del restaurante y se circunscriba a su denominación (e.g. su menú mediodía día se construye a partir de síes: Si+Si = 12 € o Si+Si+Si= 18 €).
NONONO: una casa de comidas en la que todo tiene nombres y apellidos (ternera de la Pobla, pato de Las Landas, cordero y lechazo del Ripollés) y la trazabilidad se lleva al extremo gracias a huertas (Can Gallina en Canet de Mar) y explotaciones ganaderas propias y a una sala de despiece anexa al restaurante –muy pocos restaurantes de nuestra ciudad pueden alardear de ello-.
NONONO: un restaurante en el que, además de la fórmula mediodía de los síes, uno –eso sí, en compañía- puede disfrutar de grandes piezas cocinadas en un horno de barro (espaldas de cordero de 1,3 kg (50 €) o de lechazo de 1,5 kg (59 €), pintada de Las Landas (53 € la pieza), costillar de cerdo (22,5 € el kilo)…) o de cuidadísimos bocatas (pepito, hamburguesas, de cordero, vegetal, de jamón de pato, de conejo, de bacalao, de pollo…que oscilan entre los 6 € y los 12 €).
NONONO: un restaurante que, seguro, no dejará indiferente a nadie –a mi, que me dijesen que comer transgénicos me hacía ser peor persona me sigue pareciendo una soberana “chiripitiflautez”-, y en el que, hace algo más de una semana, me regalé una de las bacanales de mejor digestión que recuerdo –al César lo que es del César-, a la que dieron forma:
Mi más fiel compañero de fatigas gastronómicas (Izaguirre Reserva), acompañado, en esta ocasión, por unas aceitunas negras de Aragón.
Un buen servicio de panes de elaboración propia (preparados con cereales de Cal Pauet), aceite y sales (Ibicenca, Maldon y flor de sal).
Un correcto Bloody Mary de tomate y sandía con germinados de guisante que hacía las veces de aperitivo de la casa.
Una sabrosísima cebolla tierna marinada y cocinada al hierro. Sin duda, que de la huerta al plato no mediasen ni 48 horas y que las cámaras de frío brillasen por su ausencia el paladar lo nota.
Una buena col lombarda a la mostaza.
Un arroz de canetón y verduras de excelente punto de cocción, mejor, si cabe, sabor y de un agradablemente subido punto picante.
Un buen, sin más, entrecot de ternera de la Pobla. A pesar de su excelente textura, sus nueve meses y casi nula maduración hacía de ella una carne de plano sabor, carente de los matices e intensidad propias de las piezas de carne más maduras y maduradas.
Una buena pintada rellena acompañada con col braseada.
Un trío de postres que dejaron patente que algún que otro “no” se ha colado en esta partida, encarnados por:
Un notable flaó (flan de leche de cabra), por desgracia, desaparecido en combate por culpa del intensísimo sorbete de té de roca que lo acompañaba, que lo ensombrecía.
Una manzana al Calvados de tenue sabor acompañada por una todavía más tenue, casi etérea, espuma de crema a la canela.
Un buen, sin más, coulant de turrón de jijona.
Y un excelente, y un rato alcohólico también, “mandarincello” de elaboración propia (preparado con mandarinas recogidas en luna ascendente y maceradas siete meses con agua osmotizada, alcohol ecológico y un almíbar de azúcares no refinados).
En definitiva, un restaurante que NONONO os lo debéis perder, pues una propuesta gastronómica con tanta personalidad merece nuestro, vuestro favor inicial. Para que repitamos, los chicos de Marcos e Isma se lo tendrán que trabajar algo más.
Bodega: Corta pero interesante carta de vinos, por supuesto, biodinámicos y ecológicos. Les Paradetes 2007 (Garnacha, Sumoll y Cariñena). Bodega Escoda Sanahuja. Conca del Barberà.
Precio: 65 €
En pocas palabras: Genuina, radical y algo cara gastronomía ecológica y biodinámica.
Indicado: Para descubrir, disfrutar y, puede que, algunos, hasta enamorase de la gastronomía ecológica y biodinámica.
Contraindicado: Para los que los dogmas les cortan la digestión.
Passatge Lluis Pellicer 12, Barcelona.
93 444 99 01
la verdad es que me sorprende la de locales nuevos que se están abriendo en tiempos de crisis, el nuevo de los hermanos Arola en el Axel, Jordi del Nectari en Valencia 212,por cierto lo has probado, me pareció genial, Ten´s, Suculent,..., que haya crisis no quiere decir que no se apueste por nuevos locales para reactivar un poco la restauración
ResponderEliminarAfortunadamente, apreciado Anónimo, la restauración barcelonesa hace buena la expresión "el hambre agudiza el ingenio".
ResponderEliminarTomo nota de tu recomendación.
Un saludo,
eduard
Aparte de esos locales que abren , tambien hay muchos que cierran. Esos locales que has mencionado, veremos el recorrido que tienen. Son locales sin alma, gestionados a distancia y que en la mayoria de los casos, los que se juegan la pasta, poco tienen que ver profesionalmente con la hosteleria. Pienso que son meramente productos de marketing...
ResponderEliminarSabias palabras, Bernie.
ResponderEliminarSin duda, los Ten's y un largo etcétera son restaurantes con más continente que contenido -creo que Suculent merece no ser puesto en el mismo saco-.
El tiempo, con alguna excepción, pone a cada cual en su sitio. Solo nos queda aguardar.
Un saludo,
eduard
Felicidades por el post... A ver si poco a poco se empieza a reconocer el trabajo y el esfuerzo de los que tanto luchan por ofrecer una cocina de calidad, realizada con productos ecológicos y biodinámicos de proximidad (kilometro cero).
ResponderEliminarSin duda, merece celebrarse que la cocina ecológica y biodinámica no que se quede en un mero eslogan y que restaurantes como NONONO la eleven a una propuesta gastronómica notable.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y disculpa el retraso en responder.
Un saludo,
eduard
me apunto a la cocina realizada con amor en la que los ingredientes o argumentos del plato sean frescos y de proximidad. Eduard, una vez mas, gracias por tu brillante exposición critica, que conociendo a traves de tus escritos como afinas, seguro estoy de que en NONONO se puede comer de VERDAD productos ecológicos y biodinámicos...
ResponderEliminarGracias, apreciado Anónimo, por tus más que generosas palabras, y, sin duda, compartimos el amor por la cocina con amor y productos frescos, de proximidad... en definitiva, de calidad.
ResponderEliminarUn saludo,
eduard
El passat divendres varem anar a sopar al NO No NO, i malaudarament el que havia de ser un sopar agradable tranquil, apreciant l'entorn i gaudint dels diferents plats, es va convertir en un petit suplici, el local molt sorollòs, el servei més que irregular, i que dir del mejar i la cuina, doncs no passar de alguna curiositat. El millor l'aigua en envàs de vidre i el vi Joan d'Anguera un d.o. Montsant (que no Penedes com deia la carta). Un cop viscuda aquesta experiència, no crec que hi torni. No només cal voler fer les coses bé cal saber-les fer i sobre tot cal saber quin és l'objectiu d'un restaurant que no pot ser altre que aconseguir que el client en sorti satisfet, i en alguns moments la incompetència del personal aconseguia l'objectiu contrari.
ResponderEliminarEstic totalment d'acord. El personal és fins i tot antipàtic. I no parla català!!!
EliminarMireia
Doncs deu ser de nova incorporació, Mireia, ja que el dia de la meva visita sí que el parlava. Respecte la seva simpatia ja no et portaré la contraria.
EliminarSalutacions,
eduard
Doncs jo estic en contra, son molt simpatics i de tracte agradable, correcte, no t amarguen el menjar ni et deixen de costat, correcte,i amb simpatia. Per cert Mireia, cal ser una mica mes obert de ment en relació al català,sino, donarem la raó a la caverna de madrit.
EliminarAl Anonimo, no li contesto perque s amaga darrera l anonimat.
Per cert, molt recomenable, es menjar molt pero que molt bé!
Pol
Em repetiré, Pol, però el teu comentari reforça el ja dit: el NONONO NO deixa indiferent, o agrada, o NO. Celebro que estiguis en el SÍ.
EliminarSalutacions,
eduard
Bona nit, apreciat Anònim,
ResponderEliminarEn primer lloc, disculpa la tardança en donar resposta a les teves interessants paraules, però he estat uns dies fora.
He rebut unes quantes, moltes d'elles "fora de micro", opinions sobre el NONONO i, si alguna cosa tinc clara, és que no deixa indiferent. O agrada o disgusta.
Em sap greu que fossis dels segons.
Salutacions,
eduard