miércoles, 20 de mayo de 2015

La Cuina de l’Uribou

Hay cocineros con un currículum más largo que un listín telefónico pero cuya cocina tiene tanto valor como interés literario revisten esos glosarios de nombres, direcciones y teléfonos.

Los de otros rivalizan en brevedad con un twit, pero detrás de ellos se esconde una cocina de “trending topic”.

Y los de la mayoría hablan por sí solos. Esto es, que aunque siempre hay espacio para las sorpresas –ya sea en forma de alegría o de susto-, de la lectura del bagaje de un cocinero, un buen entendedor puede saber del mal del que habrá de morir cuando se dispone a descubrir un restaurante. Sin duda, así sucede con el de Atsushi Takata y con su restaurante La Cuina de l’Uribou.

Si leo Yashima, Tempura-Ya, Icho, Can Ravell o Alkimia.

Entiendo, tradición, de muchos quilates pero también en formato bisutería, creatividad, pasión por el producto y sensibilidad.

Y mal del todo no lo entendí, pues en mi reciente visita al restaurante La Cuina de l’Uribou advertí un poco (productos de muchos quilates y creatividad) y un mucho (pasión, sensibilidad y productos buenos, bonitos y baratos) de ellas.

Un lustro está a punto de cumplir el restaurante La Cuina de l’Uribou y, pese a una localización (en el barrio de les Corts) y a un interiorismo poco agraciados, mal del todo no le va.

Suma -bastante- un servicio de lo más atento. Resta –algo- ciertos detalles más propios de restaurantes de otras cocinas asiáticas (e.g. servilletas de papel o cartas peor forradas que mis libros de la escuela).

Suma, y mucho, la sabrosa popularización que hacen de la cocina japonesa (ya sea a través de sus muchos menús a precios de risa o de una carta repleta de interesantes tatakis, ensaladas, platos de corte creativo, tempuras, arroces, pastas o sushi para aburrir a precios más que razonables). Resta, un poco, lo vulgar de contados productos (e.g. atún –soy de los que creo que, como en el caso del foie, o se utiliza uno extra, y se hace pagar, o mejor se prescinde de ellos) y una carta de postres tan facilona como poco nipona.

Sumas y restas que acabaron por arrojar un saldo positivo gracias a:

Unos buenos edamames (vainas de soja hervidas) sazonados “comme il faut”, esto es, con sal fina –pretencioso y tonto es sazonarlos con sal Maldon-.

Una buena sopa de miso de la que solo puedo cuestionar el momento de su servicio, pues en Japón ésta se sirve justo antes de los postres –aquí tenemos nuestros sorbetes, allí sus sopas-.

Unos correctos –les faltaba un punto, o dos, o tres de sazón- yakisobas.

Un dispar surtido de nigiris y makis. Mejores los makis que los niguiris, y sí para el salmón y la caballa, sí pero no para el pescado blanco y no, aunque por motivos distintos, para el atún –me remito a lo dicho- y para el langostino –nunca entenderé la Kafkiana motivación que lleva en un festival de lo crudo condenar al agua hirviendo a un invitado-.

Y un buen sorbete de limón verde y jengibre confitado.

En definitiva, el restaurante La Cuina de l’Uribou ofrece una cocina nipona sencilla, sabrosa y honrada que, si bien no emociona, tampoco decepciona.

Bodega: Correcta carta de vinos e interesante carta de cervezas japonesas y de sakes. Ohsakaya Choubei (Daiginjo).

Precio: 40€ (precio medio a la carta: 35€-45€). Disponen también de distintos menús temáticos (entre los 11€ y los 16,5€), y de un menú mediodía (12€).

En pocas palabras: Un utilitario japonés.

Indicado: Para los que sabemos que la calidad no es cara –lo son los productos o la provoca la falta de principios o el exceso de ego-.

Contraindicado: Para los que estén buscando un RyuGin de allí o un Koy Shunka o un Kabuki de aquí.

Taquígraf Serra 26, Barcelona
93 114 81 93

2 comentarios:

  1. Si... totalment d'acord. És un japonès prou correcte i les diferents ocasions que l'he visitat, sempre n'he sortit satisfet... Tal com dius, no és un Koy, però tampoc els preus són els d'allà..

    Abraçada!

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    1. És un clar exemple de BBB. Això sí, cal visitar-lo sense grans expectatives, doncs sinó, la decepció està quasi garantitzada.

      Una abraçada,

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