¿Nunca es tarde si la dicha es buena?
Para un servidor, estos tres años de retraso, de hacerse de rogar, de espera… a pesar de haberse hecho muy, pero que muy largos, han valido la pena.
Dicho queda, aunque sea con una boca más pequeña de lo que imaginaba y quería.
En este sentido, sin duda, las altas expectativas generadas no ayudaron, pero tampoco algunos extremos en los que en adelante ahondaré. Pero comencemos por el principio.
Con la apertura del restaurante Louis 1856 (también conocido como La Brasserie de la Moritz y de Jordi Vilà), de la próxima del Bistrot de vins (el renacido Bar à vins, que ocupará la entrada del restaurante Louis 1856 y que, además de ofrecer hasta 500 vinos, permitirá disfrutar de una genuina cocina de bistró), y de la prevista para el primer trimestre de 2016 del nuevo Alkimia, y que sumarán quilates gastronómicos con los de su Cervecería, la Fábrica Moritz se ha ganado ser considerado como el polo más atractivo de la restauración barcelonesa.
Pero vayamos a lo que toca: el qué, el cómo y el qué como del restaurante Louis 1856.
¿Qué y quién?
Jordi Vilà, como creador de una propuesta gastronómica única en nuestro país: la brasserie de autor.
Germán y sus doce de la cocina, como brazo ejecutor de esta propuesta.
Arnau, y tras él, una decena más, al frente de una sala con ganas de reivindicar el valor, durante tanto -demasiado- tiempo denostado, de éstas.
Marta, Alberto y Ramiro como responsables de una bodega por la que suspiraría casi cualquier sumiller.
Y Chu Uroz, como diseñador de una escena (en toda la extensión de la palabra) que, seguro, a nadie dejará indiferente.
¿Cómo?
Con falta de sintonía, disfuncionalmente… chirriando. Achaques propios de los primeros servicios (mi visita se produjo a las 24 horas de levantar el telón), sí, pero también de un concepto discutiblemente aterrizado.
En la cocina, pues la sugestiva carta -tras leer los enunciados de la treintena de platos que la conforman, ni uno solo no ardía en deseos de probar- diseñada por el genial Vilà, plagada de pantagruélicos platos, adolece de falta de frescura -algo impropio en el imaginario culinario de Jordi-.
En la sala, pues el encanto, el romanticismo o el lujo que destilan el marco y algunos detalles (e.g. las vajillas Mathilde Carron y Pinto, la cubertería Georg Jensen y Jean Nouvel y la cristalería Riedel Veritas) sufre un coitus interruptus con la aparición a escena de unas sillas y de unas mesas impropias de una brasserie de lujo, y por obra y desgracia de una sobreactuación en sala que, por querer hacerlo casi todo ante el comensal, acaba “obsequiándolo” con platos con temperaturas y presentaciones más que mejorables -¿Quiero y no puedo? A mi entender, sí-.
Y en la factura, pues si bien es sabido que la exclusividad (dicho está que la propuesta gastronómica del restaurante Louis 1856 es única en nuestro país) y la calidad (con oro trabajan y de oro son las manos de Jordi, Germán y compañía) tienen un precio, la factura final del restaurante Louis 1856, si uno va a lo que tiene que ir, esto es, a dar rienda suelta a sus impulsos -habrá quién vaya a ver y a ser visto, pero al restaurante Louis 1856 hay que ir a comer-, pasa factura.
¿Y qué comí?
Mucho -tal vez, demasiado- y muy bien -aunque no al nivel al que Jordi Vilà me tiene mal acostumbrado-.
Pongamos ya nombre y rostro (aprovecho para disculparme por unas fotos que no hacen justicia a los platos retratados y que son fruto de una iluminación que sacó a relucir todas mis carencias como fotógrafo) a la bacanal que me regalé el pasado viernes.
Buenos aperitivos de la casa: lionesa de queso; coca de chicharrones, nueces de macadamia y emulsión de escabeche -prefiero la versión que se servía en el Alkimia de Industria 79-, y anchoa” vegetal” (un pimiento escalivado 000).
Impecable pan rústico D.O. Triticum, acompañado por la ilerdense arbequina de Les Trilles.
Excepcional composición de salmón ahumado y especiado, crema de raifort, coca dulce, y pepino agridulce con toques de mostaza e hinojo. Un plato que era una oda a la complementariedad gustativa.
Notables patés en croûte. Y no excelentes pues al de pato y foie lo afeaba un chutney de piña y manzana en exceso picante; y en el de liebre y cacao, acompañado por una magnífica remolacha en vinagre, cobraba demasiado protagonismo el cacao.
Triste gofre -aunque, en puridad, no lo fuese, pues era una masa hojaldrada- de setas, butifarra negra, panceta, trufa, manzana verde, brotes, frutos rojos y parmesano. Y he dicho triste, pues así me dejó este poti-poti, plagado de ejecuciones mejorables (i.e. hojaldre demasiado hecho, falto de untuosidad), tan impropio de Vilà. Lo único salvable del plato: el tomate al Jerez -los amontillados son una debilidad de Jordi- que lo acompañaba.
Golosos hasta extasiar los tuétanos: el falso (nabo relleno de “cap y pota” y mollejas, con mostaza casera, cebolla, cilantro, mantequilla negra y migas); y el de verdad de la buena, buena (tostada de tuétano con pimienta Espelette).
Casi perfecto el chuletón de rodaballo a la brasa con crema de alcachofas, alcachofas al Palo Cortado -¿Ya os he dicho, no, que ha Jordi le pirran estos brebajes?- espinacas y picada cítrica de perejil y anchoas. Y digo “casi” pues la picada -una suerte de fallida versión de salsa menier- era casi tan invasiva como prohibitivo era el precio (72€) de la ración, supuestamente para dos (la ilustran las 2 primeras imágenes), servida -por este precio, en el restaurante Elkano (la mejor parrilla de pescado del mundo) uno se come un rodaballo entero- y, para más inri, de su puesta en escena resultaba un plato a una temperatura inadecuada.
De matrícula de honor el chateaubriand de rape -un plato de 11 sobre 10 que justifica del primero hasta el sexagésimo cuarto euro que cuesta y vale- con sus carrilleras, patatas al aceite de chorizo, muselina de yuzu, celerí glaseado, cebolla al orio, menta y pepino.
Más ruido que nueces en el “10.000 fulles” (diez mil hojas). Milhojas que se monta -con cuestionable destreza en mi caso- delante del comensal, para que éste elija qué cremas (fruta de la pasión, frambuesa, chocolate o pastelera) deben vestirlo. Acompañado de nata no es ni una sombra del mejor milhojas que me he regalado este año (el comido en el restaurante Cenador de Amós).
El mejor tiramisú que he comido desde… el mejor tiramisú que he comido fuera de casa -como fotógrafo no valgo un pimiento, pero mi mujer se casó conmigo por mis tiramisús-.
Y unos petit fours tan buenos como poco bajativos: helado de vainilla y madeleines -hasta el parisino más chovinista los preferiría a los de la celebérrima Fauchon-.
En definitiva, un restaurante de visita obligada, pero que, para que éstas no sean únicas, debe afinar ciertos instrumentos (i.e. factura, puesta en escena o pesadez de algunos platos).
Bodega: Simon Bize Les Perrières 2011 (Pinot Noir), Simon Bize Et Fils, D.O. Savigny-lès-Beaune; y copa (¡12€!) de Viña Tondonia 1994 (Viura y Malvasía), Bodegas R. López de Heredia, D.O. Rioja.
Precio: 150€. Precio medio: 60€ (aunque, por este precio, lo vuestro será un Louis 928) -120€.
En pocas palabras: Platos de altura, factura de vértigo.
Indicado: Para ponerse las botas celebrando el advenimiento de las brasseries a la alta restauración.
Contraindicado: Para los que su K no es la de Alkimia sino la de los Special.
Ronda Sant Antoni 39, Barcelona.
934 253 770
Como se nota que nunca has trabajado en la profesión...
ResponderEliminarEvaluar un restaurante en el segundo servicio....error
No entender el concepto de carta y local... error
Si no puede ir a cenar fuera no vaya, cuantas veces te refieres al precio de la factura... ERROR.
Lo que hace que una comida sea cara o barata es la percepción, dices que es caro pero vas alagando los platos... en que quedamos? No estarás tu un poco amargado?
Apreciado -aunque lo serías más si dieses la cara- Anónimo,
EliminarVayamos por partes:
He trabajado en el sector 3 años, sin contar el bagaje que creo que me da lo estudiado, lo leído, lo visitado y lo cocinado.
Es verdad que es muy estricto valorar un restaurante en su segundo servicio, pero si uno sale a escena, se expone. ¿Verdad que nadie entiende cuestionable criticar una obra de teatro el día de su estreno?
Entenderás que es un error, pero a mi entender lo es la falta de sintonía entre la propuesta gastronómica, el ambiente, la vajilla, la decoración...
Trabajo para vivir, y pues el comer me da la vida, voy a comer cuando puedo.
No es incompatible alagar un plato y denunciar una factura alta. Albert Ventura o Rafa Peña cocinan de maravilla, pero si los menús de Coure o Gresca costasen 200€, podría, perfectamente, decir que se come muy bien pero caro. Lo mismo sucede con vinos u otros productos, que son sabrosísimos, pero su factura "duele".
Un feliz comensal y escribidor se despide,
Viendo el listado de restaurantes que reseña el amigo Eduard no creo que sea alguien preocupado por la cuenta de los mismos.
ResponderEliminarMe preocupan y me ocupan, amigo Fops, pero no suelen ser un escollo para visitar un restaurante.
EliminarGracias por tus palabras,
Hola Eduard, veo que el tema comentarios se ánima por momentos,
ResponderEliminarme ha quedado la duda de si este es el nuevo Alkimia o es otro restaurante mas
dentro del complejo Moritz?
siendo así me parece un exceso de oferta en el mismo complejo, ya parece un parque tematico.
Com més serem, més riurem, Toni.
EliminarY no, éste no es el nuevo Alkimia (abrirá en el principal de la Fábrica a principios o mitades del año próximo), es la brasserie que estaba previsto que se abriese a los pocos meses de levantarse el telón de la Cervecería.
Es verdad que con tanta y tan variada oferta se corre el peligro que, en vez de establecerse una provechosa simbiosis, Louis 1856, su Bistró y Alkimia se vean fagocitados por la Cervecería -crucemos los dedos para que no suceda, pues el nuevo Alkimia está llamado a ser el mejor restaurante de Barcelona-.
Un saludo,
hola, deverias explicar las cosas bien, el precio del rodaballo no es el de la racion, el rodaballo cuesta 32 euros por persona, eso si minimo 2 personas, y compararlo con el de elkano esta claro que ni este ni ninguno es comparable, por el resto es tu opinión y todas las opiniones son respetables
ResponderEliminarun saludo
Era el de la ración servida y que lustran las dos primeras imágenes, pero verás que, en pro de la claridad, he recogido tu guante.
EliminarTodas las opiniones, expresadas con respeto, y valga la redundancia, son respetables.
Un saludo,
Bon dia,
ResponderEliminarHem presento perquè ens coneixem i perquè no m'agrada parlar des de l'anonimat. Sóc l'Albert Castellón, Conseller Estratègic de Cerveses Moritz i ex-Director General d'aquesta casa fins el 2014. Com saps sóc corresponsable d'aquest, al meu entendre, gran projecte i no vull recriminar cap de les crítiques (ni positives ni negatives) que en fas.
No obstant vull, això sí, puntualitzar un comentari (reiterat per part teva) respecte als preus d'aquest restaurant. Com tú (bé, no tant) sóc un foodie àvid de conèixer restaurants i propostes gastronòmiques des que tenia 25 anys. Com que el "tempus fugit" dels llains és una realitat com una catedral, fa 17 anys que gasto a mans plenes tots els meus recursos destinats a l'oci a visitar, degustar, gaudir i patir centenars de restaurants.
Tinc doncs, una certa experiència en valorar la relació qualitat preu de moltíssims restaurants. I des de fa menys anys, potser deu, que els valoro amb un nou quocient: el de l'experiència / preu. He anat a restaurants barats o l'experiència és tan minsa que mai tornaré. I he anat a restaurants caríssims on l'experiència és tan brutal que repetiré fins a cansar-me.Un d'ells és el Elkano, de Getaria, que tu menciones al teu post. Afirmar que per 72 euros (el que vas pagar a Louis 1856 El restaurant per un turbot per dos persones, no pas per una) et pots prendre un de sencer a aquella memorable casa, saps que és una afirmació totalment falsa.
Per tant, i ho deixo, aquí, la teva brillant crítica està totalment esbiaixada i porta a confondre als teus innombrables lectors. El Louis 1856 és un restaurant extraordinàriament barat si compares la relacó experiència / preu. T'ho dic des de la meva experiència, no des de la recança de ser-ne un dels ideòlegs, m'has de creure.
Sense anar més lluny, ahir vaig anar-hi a sopar. La meva dona i jo vam prendre 2 primers, 3 segons (és el que té ser conseller, et pots prendre algunes llicències) i 2 postres. Vam regar-ho tot amb un vi molt barat per la seva qualitat (un Heretat Mont Rubí Black 2014 a 15 euros). La "dolorosa", després d'aquesta bestialitat, va pujar a 134,60 euros.
Feia anys (potser mai) que una factura no m'ha sorprès tant: el que vam menjar era impecable, el que vam menjar era abundant (aquí sí et dono la rao, a Louis 1856 has de venir amb molta gana, però lluny de ser un defecte incontrolat, volem que sigui un defecte valorat), el que vam menjar no pots trobar-ho a pràcticament cap lloc més i, per acabar-ho d'adobar, els centenars de detalls que van il.luminar aquest extraordinàri sopar amb la meva encara més extraordinaria dona, van fer-me pensar que el compte estava equivocat: m'hagués esperat pagar més de 200 euros.
No puc inserir cap foto de la factura però perdré el temps detallant-la (la tinc al davant):
Sopa al pesto de verdures, 14€
Aperitiu Louis 1856, INV (com a tothom)
Agnolotti de porc ibèric 15€
Coca Pizza de peix al forn (daurada de llotja), 23€
Fricando ametllat de vedella amb suc, 18€
Rostit de cabrit en tres serveis (brutal, poden menjar-ne dos), 27€
Tiramisú a la cullera no conec al teu, però és el millor que he menjat mai), 8€
Tartaleta de xocolata (per dues persones i fins i tot per tres), 8€
Aigua Fon d'Or de o,5, 2,60€
Aigua 1L Louis 1856, 4€
Heretat Mont Rubí Black, 15€
Total Iva inclòs, 134,60€ (67 euros per persona amb vi inclòs i podriem haver menjat 3)
Resum: no és cert que Louis 1856 sigui un restaurant car: és un restaurant insultantment barat. Si no em creieu, aneu-hi sense cap complexe ni cap recança.
Bona tarda, Albert.
EliminarAbans que res, molts agraïments : per la presentació, pel treballat i fonamentat comentari i per les generosíssimes paraules que em dediques.
I ja posant-nos en matèria, dir-te el següent:
Vaig pagar 72€ per una peça de turbot, teòricament, per a dues persones, però que t’asseguro que si bé era molt generosa per a un, com a dos segons no donava la talla. I respecte el que afirmo sobre el restaurant Elkano, bé sabràs, com a expert en màrqueting i comunicació que ets, que, en ocasions, per exemplificar alguna cosa fas una comparativa grandiloqüent. L’estrictament cert es que jo vaig pagar 72€ per una peça que no arribava al mig kilo i que al restaurant Elkano, com a mínim l’últim cop que vaig anar-hi, el cobraven a 65€/kilo (menys de la meitat).
Respecte el teu compte, crec que no il•lustra la realitat del Louis 1856. Potser tampoc ho fa el meu. Segurament la imatge més fidel està al mig. Tu vas pagar 15€ per una ampolla de vi, i jo 12€ per una copa. Tu vas fer segons de la meitat barata de la carta i els meus van ser els més cars. Tu dius que vas atipar-te, et crec, però t’asseguro que, un servidor, amb el que vas menjar no hagués deixat ni una engruna a cap plat.
Als grans restaurants, i el Louis 1856 ho és, s’hi ha d’anar sense el fre de mà posat (a l’Alkimia podies menjar-hi per 45€ o 75€, però els dos sabem que per gaudir al màxim de la cuina del Jordi la factura no podia baixar dels 100€) i, per tant, segueixo creient que el preu mig del Louis 1856, si vols gaudir-lo al 100% té un llindar baix de 80€.
Agraint-te, de nou, les teves paraules, m’acomiado.
Seguint amb la teva explicació, algunes puntualitzacions:
ResponderEliminar1.- el rodaballo/turbot a Elkano val 68 euros el kilo. Pero el kilo inclou el cap, la cua, les vísceres, l'espina... Si passem del brut al net, el preu es triplica (un 70% del rodaballo en peça sencera és merma). Si fem una regla de tres(sóc de lletres però amb això encara em defenso), resulta que el kilo net del turbot més celebre del món el venen a...226 euros el kilo. El que tu vas menjar-te era pur tall sense cap mena de desperdici (només has de contar un 15% de merma de l'espina central). Fent de nou una regla de tres, el preu del kilo net a Louis 1856 és de 169 euros. Un 26% més barat
2.- El turbot d'Elkano, és a la brasa, sense acompanyaments. En un local amortitzat, amb un lloguer deu vegades més barat que a Barcelona, amb una decoració simple i casolana. Aquesta és la gràcia del Elkano. Però també el seu punt fort. Cobrar a 68 el que compres a 25 euros.
3.- El turbot de Louis 1856, excel·lentment elaborat pel Jordi Vilà (un mestre com bé dius) no és un simple turbot a la brasa. Esta marcat i acabat al Josper. Porta un acompanyament de carxofes al Palo Cortado i una salsa (a banda, en recipient de coure) d'allioli mariner (no et dic la recepta perquè és secreta). Si això li sumes que la decoració (de Jean Nouvel), la ubicació (al centre de Barcelona) i els mil i un detalls (el plat en el que van servir-te'l és d'un artista que es diu Pinto i costa 300 euros), més val no fer més comparacions
Per tot plegat m'estranya que un profesional com tu (que de números en sap un munt, ho recordó perquè vas treballar per Moritz al costat del Jordi i de mi mateixi en aquest projecte del que ara parles) no ho tingui en compte
I s'ha d'anar amb molt de compte: ets una persona molt influent que, amb facilitat, pot portar a la confusió a un munt de persones que creuen en el que tan bé expliques.
Sense ànims de polemitzar ni d’iniciar un diàleg de retrets etern, Albert, no et, no em, no ens facis trampes amb els números, que seràs de lletres, però els dos sabem que els Excels els portes per la mà.
EliminarUn turbot de 3 quilos (els més comuns a Elkano) té una merma del 45% i no del 70%.
Com es pot veure en les dues primeres fotos del turbot, el 15% que apuntes queda força curt.
I els dos sabem que es a base d’aigües (4€), de la bodega (amb copes de vi multiplicades per 4) i, sobretot, de plats de baix escandall (e.g. patés, sopes, verdures, gofres, fricandós o postres) que es “paga” a Jean Nouvel, la ubicació i els mi i un detalls.
Gràcies, de nou, tant per unes paraules que a tots ens enriqueixen com per la capacitat d’influència que tan generosament em reputes.
Molta sort!
Estarem d'acord que, davant de tants desacords, el millor és recomanar a la teva gent que s'hi acosti i opini. No hi ha millor veredicte que el veredicte popular.
EliminarI aprofito per incloure la primera falca publicitària de tot aquest fil de comentaris. Louis 1856 el Restaurant és un establiment democràtic:hi pots menjar per 40 euros i t'hi pots deixar 200. No és un restaurant trampa on és imposible pagar un compte imposible. I no és cert que pagant-ne 40 en surtis decebut. Us ho diu un paio que ha provat més de tres vegades cadascun dels seus plats. Gràcies a això estic una mica menys atlètic del que m'agradaria.
Com bé dius, no es momento de polemitzar. Com deia Jose Maria Garcia (aquell famós filòsof grec de la Cope), "el tiempo da y quita razones"
Tornaré a postejar d'aquí a tres mesos amb l'aval (positiu o negatiu) del veredicte de la gent.
Una abraçada
Els únics “meus”, Albert, són la meva família i els meus amics -de nou, em reputes una capacitat d’influència que no tinc, però gràcies-, i a tots els lectors del bloc ja els hi he recomanat la visita al restaurant Louis 1856 amb paraules com “Un restaurante de visita obligada” o “Propuesta gastronómica única en nuestro país”.
EliminarI jo, ens unes setmanes -sempre que m’hi vulgueu-, repetiré Louis 1856, però aquest cop “low cost” i em pronunciaré de nou.
Una abraçada,
I tant que t'hi voldrem. Sempre! I acceptant les crítiques quan són (com en el teu cas) constructives. Ens ajudaran a millorar, segur
EliminarFins la propera!
Hola,
ResponderEliminarDesprés de tant apassionant diàleg, em permeto el luxe de fer algunes aclaracions de tot el comentat sobre el Louis 1856.
Primerament em presento per no parlar des de l'anonimat, em dic Jordi Marzo. Ja us avanço que el meu nivell cultural no s'acosta al vostre i que la meva facilitat de escrita tampoc es la mateixa, de fet, demano disculpes avançades per possibles errades ortogràfiques...
Segurament vosaltres no em coneixeu, però jo sé qui sou tots dos. Només dir-vos amb tot el respecte del món, i malgrat no estar a la vostra alçada en molts aspectes, que tant un com l'altre no heu estat imparcials ni objectius.
Del que estic gairebé segur, es de tenir un coneixement i una experiencia en el sector de la restauració que em dona un punt de vista necessari a l'hora de fer valoracions i que ajuda a entendre molts aspectes d'aquesta meravellosa professió.
Després d'aquesta introducció vull deixar clar que comparteixo i discrepo amb tots dos:
Louis 1856 es un restaurant excepcional i possiblement únic a la ciutat. Es cert, no és barat i no crec que sigui un restaurant de 40€ per persona, però també és cert que si el comparem amb restaurants de la seva franja de preu uns 80€, pot resultar econòmic degut a la qualitat del menjar, la posada en escena, la infinitat de detalls, etc...
No el definiría com un restaurant car ni remarcaría tantes vegades el seu preu, simplement es un restaurant per gaudir!!!
D'altre banda, és increíble que mireu de justificar amb explicacions que no son certes, que potser algú se les creu, però sisplau una mica de criteri, un turbot no te un 70% de merma!!!
Si tots dos heu estat a Elkano, ja us haurà explicat el mestre Aitor que del turbot es menja gairebé tot, el cap, les dues pells, la gelatina,etc... Per cert, el preu del kilo de turbot a Elkano es de 68€ però com bé diu l'Albert hi ha tot una serie de coses que s'han de tenir en compte a l'hora de fixar preus com la infinitat de detalls que aporten valor afegit al producte o a l'experiencia. Segurament hi ha gent que no ho valori, però la realitat és que hi són i que és normal que es pagui per ells.
Eduard, les amanides, les postres i demés ajudan a intentar fer rentables els negocis de restauració però en aquest cas dubto que sigui suficient per pagar a Jean Nouvel i demés. Sentin-te parlar a vegades (amb el manual a la mà) dones per fet que gestionar la restauració es bufar i fer ampolles, quan segurament, és un dels sectors més difícils de gestionar i de poder guanyar-s'hi la vida, en molts casos és vocacional i sempre extremadament sacrificat.
Segurament el sacrifici que comporta aquest sector no us ha tocat massa d'aprop, per això sóc capaç d'entendre segons quins comentaris o fins i tot algunes actituds.
Només us parlo des del respecte i de la meva experiencia en el sector, tant de client com de treballador.
Volia demanar respecte per la gent que hi ha al darrera de cada projecte, que ho faran millor o pitjor, però en la majoria dels casos ho fan amb vocació, amor i sacrifici.
Per acabar, només compartir una cosa que estarem d'acord els tres. El Louis 1856 és un tròs de restaurant!!!
Perdoneu el meu atreviment,
Gràcies.
Molt bona nit, Jordi.
EliminarFaré tan sols tres molt breus comentaris a propòsit del teu.
No et conec, però sé tant qui ets com tot lo molt bo que dus a la motxilla, i lluny d’excusar-te, aquest bloc i un servidor ens hem d’alegrar de que un professional com tu vulgui ser-ne part.
No entraré a discutir ni el 70% de merma (ja l’he negat amb prou coneixement de causa), ni com es paguen les factures en un restaurant, però sí que vull deixar-te palès que conec la professió més del que em reputes. La conec, la he gaudit i la he patit des de la grada (com a comensal i blocaire), des de darrera de la barrera (com a membre de la direcció d’hoteleria de Moritz) i també des de l’arena (com a director, cap de sala i cap de cuina del restaurant Cassia).
I, sens dubte, Louis 1856 és un restaurant excepcional i únic. I sento si havent fet tanta menció al preu en la meva crònica, potser, he diluït aquesta veritat incontestable, però no és menys cert que molts pagarem encantats mil vegades la seva factura, però molts, per culpa seva, diran “una y no más”.
Molt agraït per la teva intervenció,
Bona nit Eduard,
ResponderEliminarEn cap cas la meva intenció ha estat desmeréixer els teus coneixements ni experiencia del sector, és més, publicació darrera publicació demostres un ampli coneixement d'ell. El que sí volia transmetre és la dificultat, el desgast i el sacrifici que comporta el día a día d'aquesta professió. Posar en valor la ilusió i les ganes de la gent que hi ha al darrera de cada projecte, perquè tots plegats siguem capaços de criticar amb perspectiva.
D'altre banda, dir-te que ja fa temps que llegeixo el blog, així com d'altres del mateix estil. Possiblement si tingués més temps m'agradaria fer el meu propi, però ara per ara i degut a la dedicació que requereix, no és factible.
Tot i no compartir algunes opinions o crítiques, si comparteixo amb tú la passió pels restaurants i la gastronomía, a partir d'aquí, el debat sempre des del respecte, l'educació i la tolerancia es enriquidor i apassionant!!
PD: Existeix un altre tipus de restauració a part de l'alta gastronomia
Salutacions cordials
Sento si del meu comentari s’ha desprès que m’havien ofès o molestat les teves paraules. Res més lluny de la realitat, Jordi. És un plaer llegir-te i, per això, t’animo a fer-ho.
EliminarVisca l’alta, la mitjana i també la baixeta cuina.
Doncs si estàs obert a valorar establiments mes humils, sense altes expectatives i on estem treballant per professionalitzar una mica les coses i oferir una rcp ben ajustada, t'esperem a algún dels nostres restaurants!!!
ResponderEliminarActualment estem en un procés de molts canvis i de ben segur que les teves observacions ens faran millorar...
Potser em llenço a la piscina de manera precipitada però t'en proposo un parell dels que de moment estem mes implicats i crec que no s'està fent mala feina (Cheri, Tenorio).
Encara queda molta feina a fer ja que gestionem un volum important i això sempre complica les coses...
Espero poder sugerir-te algún mes en un futur.
Si et ve de gust, quedo a la teva disposició pel que necessitis.
marzo@cacheiro.com
Una abraçada
Segur que, en breu, ens veurem, Jordi.
EliminarBona nit,