sábado, 19 de febrero de 2011

Mercado de San Miguel

¡Los mercados están de moda!

Tras esta primera afirmación solo puedo escribir:

¡Ojalá fuese cierto!

Pues si bien existen mercados que nunca pasarán de moda como la Boqueria, Central Station Market (Nueva York) o el mercado de las especias de Estambul, y otros que, afortunadamente, vuelven a estarlo, siendo éste el caso del mercado que hoy nos ocupa, pero también el del mercado de Abastos (Santiago de Compostela) o del londinense Borough Market, la inmensa mayoría de estos centros de aprendizaje gastronómico, en los que pescaderos, verduleros, carniceras y demás paradistas configuran su claustro, ven cada día menos concurridas sus aulas. Y aunque la gran parte de la culpa recae sobre nosotros, los consumidores, hay que reconocer que sus horarios son un escollo, en ocasiones, muy difícil de esquivar.

Tras esta breve excursión –más bien diría divagación- por la realidad de propios y ajenos mercados, dispongámonos a abandonar por su salida oeste la madrileña Plaza Mayor para contemplar el renacido Mercado de San Miguel.



Un mercado atípico, por sus pequeñas dimensiones, sus intempestivos horarios –a las ocho de la tarde lo encontraréis en su mejor momento-, ciertas paradas que cobija, pero sobre todo por el hecho que sus tiendas compatibilizan la venta de productos para ser preparados o comidos en casa –lo que vendrían a hacer el 99% de los mercados- con la venta de tapas y platillos de sus productos para ser degustados en el espacio central, repleto de barras y taburetes, que preside el Mercado de San Miguel.


Mercado en el que uno puede disfrutar de ostras Sorlut o Fine Clair;

Comprar en una de las mejores carnicerías de España, Raza Nostra;

O regalarse o regalar, y gracias a su tienda vecina, un lata de caviar;

Beber un vermut, ya sea de grifo, reserva o edición limitada de Reus, Izaguirre o Lacuesta, mientras devora unas buenas olivas;

Perderse entre el sabor de infinitos quesos;

Comprar un buen pescado gallego o disfrutarlo allí mismo gracias a las manos de un Sushi-man;

Merendar un buen yogurt, o poner color en tu vida gracias a la tienda de especias contigua;

Comer croquetas hasta hartarse; o

Degustar de un, o de los que os apetezcan, vino en Pinkelton & Wine, la mejor bodega, de las tres o cuatro que se dan cita en el mercado, y en la que se puede disfrutar por copas de vinos, principalmente españoles, que van desde la Ribera Sacra hasta el Priorato, bajando hasta Cádiz para volver a subir por la costa Valenciana para una vez llegados a Aragón dibujar una línea horizontal hasta Toro.

O lo que es lo mismo, de un Pintia, un Maleolus, un Mengoba, un les Terrasses, un Juan Gil, un Absum o un Mestizaje y, por supuesto, de buenos cavas y champanes.

Y como veis, hasta de una copa de Vega Sicilia Único del 2000 al módico precio de 29 euros.

Mi elección fue algo más contenida, y así, por 10 euros disfruté de una copa de Mengoba, una croqueta de jamón ibérico y un pincho de cangrejo real y pate de trucha.

Y ya que el Mercado de San Miguel se encuentra a tiro de piedra de la zona de tapeo por excelencia de Madrid: la Latina y su Cava Baja, no pude resistirme a no visitar a mi querida reina loca, y así, en Juana la Loca disfruté, por 6 euros, de uno de los mejores pinchos de tortilla del mundo y de una copa de viña Arnaiz.


¡Vaya tardecita, y esto a pesar de que esa noche cenaba en Viridiana!

Pero dejemos para próximas entregas las demás aventuras gastronómicas, entre las que se incluyen la ya citada y vivida en Viridiana, y las experimentadas en la Tasquita de Enfrente, Sergi Arola Gastro y DiverXo, que me depararon los días que pasé en la capital de España.

8 comentarios:

  1. Estuve en Noviembre en madrdi y la tarde que pasé en este mercado fue un lujo para los sentidos

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  2. yo fui a madrid hace dos fines de semana y el mercado de san miguel fue de lo mejor!!!! por 20€ cada uno tomamos cervezas, jamon, lomo, berberechos, croquetas varias y mil montaditos!!!! todo buenísimo y super divertido!!!!!!
    y esto, ¿dónde está en barcelona?

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  3. Desafortunadamente, en nuetra ciudad, todavía no lo podemos encontrar, me.

    Pero todo se andará, seguro.

    Un saludo,

    eduard

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  4. En esto se convertirá en un tiempo no muy lejano el mercado de la Boqueria...

    Sino al tiempo.

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  5. Hola, Bernie.

    Siento discrepar, pero creo que, por dimensiones y tradición, la Boqueria permanecerá por mucho tiempo como está: un referente gastronómico mundial.

    Tal vez el mercado del Born, si algún día terminan sus obras, sí que se nos presenta así.

    Un saludo,

    eduard

    Un saludo

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  6. Referente mundial ? Eso quizas lo fue, ahora es solamente un parque temático para los turistas. Cantidad de paradas ofreciendo productos low cost. Con los dedos de una mano encontraras comerciantes con productos de calidad...
    Te lo digo con pena en el corazón, despues de casi 20 años de efectuar las compras en la Boquería.

    Y si no preguntaselo a los paradistas de toda la vida...

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  7. Creo que lo sigue siendo, a pesar de haber sufrido, como apuntas, un proceso de cierta vulgarización de alguna de sus paradas.

    Un saludo,

    eduard

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