domingo, 16 de diciembre de 2012

Portalet

Fin de semana en el Valle de Arán en el que todas las buenas sensaciones que me ha dejado el estado de las pistas de esquí –parece que, por fin, este año la climatología ha decido echar una manita a la maltrecha economía de nuestros pueblos de montaña- no han encontrado continuidad en su escena gastronómica.

Durante muchos años, el Valle de Arán ha sido el polo gastronómico de la provincia de Lleida –seguramente, la comarca en la que uno podía encontrar más restaurantes con algo o mucho que decir-. Por desgracia, esta primacía culinaria del Valle de Arán ha ido perdiendo peso en los últimos años y, desafortunadamente, no por culpa del sano engorde de otras zonas de mi querida Lleida.

Adelgazamiento del valor gastronómico del Valle de Arán y, por ende, de Lleida, de Catalunya y de España, que los nuevos rumbos –algo desorientados- tomados por algunos de los más grandes y afamados restaurantes (Eth Taro, Casa Irene o Era Mola) de esta comarca con personalidad propia del Pirineo ilerdense ilustran a la perfección.

Y a esta deriva –sin duda, mucha culpa de ésta debe buscarse y encontrarse en la actual situación económica. Aunque, mal haremos si solo echamos balones fuera, pues como demuestran restaurantes como el leridano Cal Xirricló o el gerundense y recién estrellado Les Magnòlies, otra realidad es posible y la crisis puede capearse con la búsqueda de la excelencia-, cuyo denominador común es el binomio precios más bajos-carta más simple (que no sencilla: su hermana bonita), se ha sumado el restaurante Portalet.

El Portalet de Bossost: un restaurante hecho a sí mismo de la mano de Josep Gregorio y su hermana Adela, quienes, en 1992, tomaron las riendas de la casa de comidas familiares y, sin prisa pero sin pausa y mucho esfuerzo y talento mediantes, convirtieron un menú de posada en el mejor menú degustación del Valle de Arán.
Pero hoy, ese otrora mejor menú degustación del Valle de Arán parece haber involucionando y, a pesar de los destellos de calidad que en él siguen apreciándose, las composiciones barrocas y algo trasnochadas, la pesadez de algunos platos y patentes defectos de ejecución son, por desgracia, los tristes protagonistas de la nueva propuesta gastronómica del restaurante Portalet que, formalmente, se presenta como dos menús (menú de 3 platos por 26 €; y de 4 platos por 39 €).

Lamento profundamente –de verdad que es como un puñal en el corazón cada tecla que pulso- escribir una crónica como ésta, pero ahora que los Chicote y Ramsay (copia y original, respectivamente, de Pesadilla en la cocina) están tan de moda, quiero creer –pues esa es su intención- que mis palabras no serán tomadas como una crítica gratuita sino como un estímulo para que el mejor Josep y, en consecuencia, ese Portalet que, en su día, me enamoró, vuelvan por sus fueros.

Y tras la introducción que, en los recién cumplidos cuatro años de vida de este blog, más me ha costado escribir, toca ya centrarse en la cena en la que trae causa. Cena, o dos menús de tres platos, a la que dieron forma:

Un alud de aperitivos: grissinis de ajo y olivas; avellanas a la mostaza; coca de chicharrones con jamón y aguacate; madalena de parmesano y orégano; foie con membrillo y cereales; mojama con coliflor encurtida en vinagre de arroz (junto con el foie, los dos únicos destacables –menos es más-); y manzana, apio y queso azul, que ya me pusieron sobre aviso sobre lo que la noche iba a depararme (sabores poco nítidos, cuestionables ejecuciones, utilización de productos poco nobles…).
Un correcto servicio de pan y aceite.
Una crema de setas de mejorable textura, acompañada por unas albóndigas de gallina, de nuevo, de más que mejorable textura, patata braseada y butifarra negra.
Una de las composiciones más barrocas que he probado: conejo escabechado con texturas de remolacha (rocas, cremoso, impregnada en cebolla, gelatina, al natural), granada y cremoso de foie –sin duda, lo mejor del plato-.
Un arroz, lamentablemente pasado, de alcachofas, sepia, perdiz, butifarra y vieiras que, por increíble que pueda pareceros de tener en cuenta el alarde de ingredientes que acabo de citar, era prácticamente insípido –supongo que tanto por falta de marca como por el tenue caldo usado para engordarlo-.
Un correcto ciervo cocinado a baja temperatura y acompañado con parmentier de patata, quinoa, ciruelas, piñoes y, sobre el papel –en la cruda realidad su sabor estaba desaparecido-, curri.
Un dúo de interesantes postres:

Manzana verde (sopa, lio y bizcocho exprés) con cuajada de jengibre, miel, pimienta de Jamaica y helado de yogur.
Y una –sin duda, lo mejor de la cena- composición de chocolate, toffee de cacahuetes, crema de pasión y helado de caramelo.
Y otro, de nuevo, excesivo, dado lo poco que aportaban, alarde de entretenimientos: té de hibiscos; crema de limón con caramelo y chocolate blanco; bombón de cacao, quicos, almendra y naranja; almendras garrapiñadas (sin duda, el mejor de ellos), y membrillo.
En definitiva, una de esas –desafortunadamente son tantas…- otrora geniales casas de comidas a las que la crisis, y la moneda con la que desde el Portalet han decido pagarle, ha secuestrado –esperemos que puedan pagar el rescate- su magia.

Bodega: 12 Volts 2010 (Merlot, Syrah, Callet y Cabernet Sauvignon). 4 Kilos Vinícola. DO Mallorca.
Precio: 40 €

En pocas palabras: De menos a más. De más a menos.

Indicado: Para disfrutar del que sigue siendo el mejor restaurante del bajo Arán.

Contraindicado: Para los que conservan un dulce recuerdo del restaurante Portalet. Seguro que, si Dios y Josep quieren, en breve os sentiréis identificados en el “Indicado”.
Sant Jaume 32, Bossost, Lleida.
973 64 82 00

PD: Y como de pequeño era de esos a los que le daban dos, mañana una segunda taza de gastronomía aranesa a propósito de mi vista al restaurante la Tartería de Arties.

4 comentarios:

  1. Pásate por el Er Occitan

    en Bossost también

    ResponderEliminar
  2. Lo conozco, apreciado Anónimo, aunque hace mucho tiempo que no lo visito.

    Un saludo,

    eduard

    ResponderEliminar
  3. Bueno ,como ya te dije en el cronicas de Fabian barcelona ( anonimo pizzero) me parece que no estas muy acertado con tus opiniones ya que Josep Gregorio es un gran chef y lo que llega ha amar la cocina dudo mucho que tu cena aya sido tan desastrosa. No te puedo negar que quiza el arroz se le pudiera haber pasado, eso nos puede pasar ha todos , pero bueno cada día pienso ......... bueno dejemoslo estar , un saludo

    ResponderEliminar
  4. Justamente, apreciado Anònimo, lo que denuncio en esta crònica es que, con lo buen cocinero que es Josep (me lo había demostrado en repetidas ocasiones en el pasado), la propuesta del Portalet haya retrocedido tanto (no solo fue el arroz, también la barroca ensalada, la mejorable ejecución de la crema, la calidad de los productos utilizados...).

    Sabes que tienes -todos la tienen- libertad para decir TODO lo que consideres oportuno.

    Un saludo,

    eduard

    ResponderEliminar