sábado, 22 de diciembre de 2012

Gat Blau

Separar el grano de la paja de las mil y una recomendaciones gastronómicas que uno recibe suele ser un trabajo hercúleo pues, para gustos, restaurantes. Pero en cambio, tiende a convertirse en un juego de niños cuando quien las pronuncia es una voz con “autoritas”.

Y en lo que aquí viene a cuento:

Érase una vez…

Una voz autorizada: Jordi Casas (restaurante Allium).

Una recomendación: el restaurante Gat Blau.

Una magnífica sorpresa: la cena que el pasado jueves me regalé en el restaurante Gat Blau.

En definitiva, un cuento…

Que comenzó a escribirse en 2005 dando un tan inesperado como sabroso giro argumental en el año 2010;

En el que no encontraréis villanos y sí héroes (sus propietarios: Pere Carrió (cocina) y Jo Mestres (sala));

En el que la cocina sostenible (en el restaurante Gat Blau huyen de las frituras como de la peste y solo encontraréis pescados, salvajes, ni de piscifactoría ni de especies en peligro, de la lonja de Barcelona), los productos de proximidad –con huertas como las del Prat, del Maresme o de Lleida ¿Qué necesidad tenemos de comprar verduras más viajadas que el Secretario de Estado Norteamericano?-, ecológicos ( huevos de Can Mas Ponç, carnes con certificado CCPAE y DO Catalunya y bodega) y de comercio justos (cafés y chocolates) son los verdaderos protagonistas;

Del que disfrutar en su edición de bolsillo (menú mediodía de 8,7 € a 11,2 €) o en la mejor, relación calidad-precio, edición en tapas duras de Barcelona (menú: 21 €);

Al que, de seguir por los derroteros tomados la noche de mi visita, lejos, muy lejos le aguarda su “Colorín colorado”;

Y del que, gracias a una lectura a cuatro manos (a continuación encontraréis dos menús metamorfoseados en un menú compuesto por medias raciones), disfruté a través de:
Un excelente servicio de pan (ecológico de Avilardan), aceite (Molí Duran 2013) y sal (flor de sal de Añana). Un auténtico lujo para un menú de 21 €, pero también un servicio de pan, aceite y sal que le daría un señor repaso a muchos de los servidos en restaurantes de más postín -¿Cuántos restaurantes “de lujo”, por estas fechas, desprecian a sus clientes con aceites de la campaña pasada? Demasiados-.
Una buena coca de sardinas con manzana, escarola y queso La Cleda.
Un notable canelón de ternera ecológica de Espunyola y setas -excelente la bechamel de éstas-.
Un muy buen arroz del Delta de trompetas, alcachofas y panceta.
Un buen, aunque en exceso picado, tártar de bonito de la Barceloneta acompañado por una sopa de almendras ahumada deficientemente texturizada. Un plato de grandes sabores pero de mejorables texturas.
Una notable dorada salvaje bien acompañada por una emulsión de calçots pero a la que el segundo de sus compañeros de viaje, dada su intensidad, restaba muchos enteros y convertía en el plato menos lucido y lúcido de la velada.
Una notable mousse de chocolate blanco aromatizada con naranja y acompañada por yogur ecológico y tierra de galletas.
Y un muy buen coulant de avellanas con helado de marialuisa.
En definitiva, y dado que estamos en el momento de hacer balance del año, el restaurante Gat Blau ha resultado una de las más gratas sorpresas que el 2012 me ha regalado. Desafortunadamente, no he sido agraciado con el Gordo, pero gracias al centenar de restaurantes que he visitado este año he engordado, mes a mes, de placer, de felicidad. Muchas gracias a todos ellos por los instantes de placer brindados y a vosotros por lo feliz que me hace que de éstos queráis ser partícipes.

Bodega: Bernat Oller 2007 (Merlot). Oller del Mas. DO Pla de Bages.
Precio: 30 €

En pocas palabras: La –la mía- mejor relación calidad-precio de Barcelona.

Indicado: Para, con el buche lleno y una sonrisa en el rostro, regalar un corte de mangas a la crisis, económica y de valores, que nos asola.

Contraindicado: Para los que no solo les parece bien, sino que incluso se vanaglorian de pagar un plus por la filosofía que se esconde detrás de unos fogones. A diferencia de lo que suceden en la factura del restaurante NONONO, en la del restaurante Gat Blau no os pesará su huella ecológica (huella ecológica = hectáreas cuadradas necesarias para la producción de un kilo de un determinado alimento).
Consell de Cent 139, Barcelona.
93 325 61 99

4 comentarios:

  1. ¡Gran recomendación! Tal como dices, son esos sitios discretos, sin ruido mediático, en los que, sin un aval de confianza, difícilmente buscarías una propuesta gastronómica interesante... ¡y más a esos precios!

    No lo conocía, a pesar de que he pasado por delante docenas de veces. Intentaré ponerle remedio.

    Gracias por el descubrimiento y felices fiestas.

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  2. Muchas gracias, aunque no se merezcan, Dani.

    Sin duda, yo no he visto en Barcelona una mejor relación calidad-precio que la que ofrece el Gat Blau.

    Felices fiestas,

    eduard

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  3. no se aprecian los tamaños de los platos..pero...ya les saldra a cuenta un menú de 7 pases a ese precio???

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  4. Como ya indico en la crónica, apreciado anónimo, la cena descrita son dos menús compartidos a modo de medias raciones.

    Sin duda, el precio es ajustado, lo que evidencia las ganas, la pasión que destilan en el restaurante Gat Blau.

    Un saludo,

    eduard

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