Propuesta gastronómica a la que, sin el beneplácito del bueno de Albert, bauticé en su día como L’Atelier del Coure y que, a mi parecer, se erige como la mejor oferta de Barcelona en su segmento.
¿Y cuál es esta parcela de la oferta gastronómica de Barcelona en la que L’Atelier del Coure “se sale”?
Pues la que gira entorno a las tapas y platillos de cocina tradicional, con un leve barniz de creatividad y con un denominador común: siempre elaborados con una materia prima de primerísima calidad.
Y dan fe de ello la media docena de tapas y platillos que me regalé hoy hace una semana.
Una ensaladilla de ibéricos que, a pesar de ser una de sus tapas que más éxitos cosecha, a mi siempre me deja algo frío, afortunadamente servida junto con unas perfectas, las mejores de Barcelona junto con las de jamón del restaurante Vivanda, croquetas de pollo.
Unas colosales almejas de carril para ser degustadas crudas cual ostras: al natural o con un toque de limón o pimienta.
Unas excelentes mollejas “poelée” con alcaparras y vinagre.
La mejor hamburguesa de Barcelona –por supuesto, de buey-, y cuyo secreto, además de en una excelente materia prima, residen en… no creerías que iba a defraudar la confianza de Albert.
Y un notable steack tàrtar, en esta contienda, el de Dopo o el de Vivanda –de la misma factura-, se imponen, acompañado con mascarpone a la mostaza antigua.
Y para terminar, un agradable, aunque no al nivel de su babá, bizcocho de almendras con amareto y mascarpone a la vainilla.
En definitiva, lo que nació como respuesta a la necesidad de dar rentabilidad a un espacio desaprovechado se ha convertido hoy, y por méritos propios, en la “niña de los ojos” de Albert. Aunque ya veremos qué sucede cuando, tras el parón estival y las obras que éste comportará, se presente en sociedad el nuevo Coure. La sana contienda para erigirse como el “buque insignia” del Sr. Ventura está servida.
Bodega: Philippe Chavy 2008 (Chardonnay). Philippe Chavy. Borgoña.
Precio: 35 € (comida) + 25 € (botella de Philippe Chavy 2008)
Calificación: ¿A qué no la extrañáis?
En pocas palabras: “L’Atelier” de Barcelona.
Indicado: Para descubrir o confirmar que las tapas y los platillos pueden ser colosales.
Contraindicado: Para los que no gustan de los taburetes y requieren amplitud para comer. Aunque os confesaré que, si la sala del restaurante Coure no está hasta los topes, puede que os dejen disfrutar “como señores” del tapeo del Atelier.
Passatge Marimon 20, Barcelona
932 007 532