jueves, 5 de marzo de 2015

Segundas partes…

Érase una vez un chico (para mi abuelo lo es cualquier persona nacida en democracia) que había vestido el sombrero de químico, también el de abogado, pero que con los que más guapo se sentía era con el de cocinero -¡Menos lobos Caperucita!-, rectifico, con el de cocinillas -un concepto mucho más amplio y amable que el misógino al que lo constriñe la RAE- y, sobre todo, con el de gastrónomo. Y si, además, a este gastrónomo la cámara y el teclado le pierden más que a un tonto un lápiz, más pronto que tarde tenía que acabar el letargo de este blog.

Sin duda, la objetividad y la independencia -bienes más escasos en el panorama gastronómico que una liebre à la royale "comme il faut"-, matizadas, eso sí, por una pátina de subjetividad consustancial a cualquier expresión que requiera de los sentidos para su juicio, seguirán siendo el faro de mis palabras, pero seréis vosotros –dejar el voseo en el tintero es ya toda una declaración de intenciones de la nueva etapa de este blog- los que habréis de terminar el encabezamiento que da pie a mi retorno.

¡Buen provecho!

13 comentarios:

  1. Uy...esta segunda parte, promete!!
    A mi tu blog me gusta, me aporta, coincido en muchos criterios tuyos y tiene también un punto "canalla", y también crítico. Vamos que tiene mucho nivel, buenas fotos y mejores textos.
    Me quedo esperando acontecimientos..
    Un saludo
    Carmen

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  2. Otra observación; yo no he nacido en democracia...pero he puesto todo mi empeño en recuperar los años perdidos y sigo en ello...

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  3. Bienvenido de nuevo Eduard! Una grata sorpresa tu vuelta....espero que con ánimos renovados y con ardor guerrero para triunfar el la ardua cruzada de separar el polvo de la paja...y del esnobismo innecesario del mundo gastronómico. Se te echaba de menos bribón! )))

    Me mantengo con gusto a la espera de tus futuros posts.

    Un fuente abrazo,

    Ignacio.

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  4. Celebro esta vuelta por todo lo alto, seguro que nos deparará agradables sorpresas y muy interesantes lecturas
    Un abrazo y bienvenido a casa

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  5. Ya disculparéis la tardanza en responder, pero no recordaba que tenía activada la moderación de comentarios (pero la mordaza ya está quitada).

    ¡Muchas gracias por vuestra calurosa bienvenida!

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  6. Te había echado de menos! Ahora necesito tu consejo para Madrid, mi nuevo hogar desde hace unos meses.

    Un abrazo

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    1. Yo también a vosotros.

      Tengo prevista una escapada a Madrid, así que, en breve, leerás al respecto.

      Un abrazo,

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  7. Hice bien en no eliminar el RSS al blog. No veas la alegría que me ha dado cuando he visto que había entradas nuevas. Te he, (corrijo) te hemos echado de menos. Coincido con Ignacio Santiago, es necesario que alguien separe el polvo de la paja. Gracias por volver

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    1. Muchas gracias, Marc, pues palabras como las tuyas son las que me copan de fuerzas para no dejar de escribir -las de comer y criticar jamás las perderé-.

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  8. Bienvenido de nuevo, o bien vuelto! Se te echaba de menos por estos lares binarios, y sobre todo a tu prosa fácil aunque enrevesada, y a tus opiniones sinceras, acertadas y a veces aceradas.

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    1. ¡Muchas gracias!

      ¡Qué feliz que me hace que disfrutes de mi prosa y que encuentres mis palabras honradas, atinadas y mordaces!

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  9. Pues vaya sorpresa. Por un casual he tenido que buscar "Brillat Savarín" y veo que de nuevo estas enganchado con el blog. Te agradezco enormemente tu vuelta ya que era para mí un referente en este mundillo gastronómico.

    Gracias de nuevo, suerte y a disfrutar.

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    1. Muchas gracias, Antonio.

      He vuelto, sobre todo, por mi, pero también por la salud de la crítica gastronómica y por lectores como tu.

      Un saludo,

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