Ese secreto a voces que corría por el mundillo gastronómico se ha confirmado:
Ferran Adrià y su elBulli ya no son, según “The List”, los mejores del mundo, quedando reservado tal honor al danés René Redzepi y su Noma.
Así, según publican los siempre bien informados Marta Fernández Guadaño y Phillipe Regol, esta noche se anunciará que las diez mejores cocinas del mundo son:
1. Noma (Dinamarca).
2. El Bulli (España).
3. The Fat Duck (Reino Unido).
4. El Celler de Can Roca (España).
5. Mugaritz (España).
6. La Francescana (Italia).
7. Alinea (EEUU).
8. Daniel (EEUU).
9. Arzak (España).
10. Per Se (EEUU).
Muchas son las reflexiones que pueden extraerse de la lectura de “La Lista”. Así, evidencia la clara decadencia de la cocina francesa, antes paradigma de la virtud en los fogones, y de la que nuestra cocina haría bien en identificar y erradicar los errores en que aquélla incurrió. Se desprende igualmente que el sueño americano, también tras los fogones, es ya una realidad. Pero sobre todo me gustaría destacar lo fácil que es hacer leña del árbol caído y que seguimos siendo los mejores.
Bravo Ferran, Joan Jordi y Josep Roca, Andoni, Juan Mari y Helena, pues estar entre los diez mejores restaurantes del mundo habéis de entenderlo como un honor inconmensurable.
Y gracias, elBulli, el Celler, Mugaritz y Arzak por seguir gritando al mundo, con toda la pasión, el esfuerzo y el talento que atesoráis que: “Somos los mejores, y va para largo”. Gracias por permitirnos sentirnos orgullosos de nuestra cocina, y por rendir con tal reconocimiento un merecido tributo a nuestras abuelas y madres, a nuestra tradición gastronómica tanto tiempo denostada internacionalmente.
Lo siento Ferran, pues por desgracia gusta apostar por el caballo ganador y así, con una maniobra impropia de la “guía o lista” que más respeto me merece, han preferido convertir al delfín en rey antes de la decadencia del segundo.
Siempre había creído que se premiaba el trabajo de un solo año, no la proyección a un lustro vista. Será cuestión de preguntar a los de “The List” por el sorteo del Euromillón de este viernes.
No obstante, debe felicitarse a la lista de “The World’s 50 Best Restaurants”, por haber roto la tiránica hegemonía de una guía poco transparente y muy, pero que muy, casera.
Por último, un brindis por la salud de nuestra cocina y un eterno aplauso para Ferran y su gente.
¿Existe la cocina catalana?
ResponderEliminarExiste, pero creo que a este nivel lo justo es hablar de cocina española, pues el éxito del Celler o de elBulli se ha fraguado también gracias a la sapiencia y el esfuerzo de Andoni, Juan Mari y Helena, Martín Berasategui, Quique Dacosta y tantos otros más.
ResponderEliminarEduard, la cuestión es: Vamos a pasar de la tiránica hegemonía de la roja, a la de la comrcializadora de agua. Si en la roja, (no me gusta el nombre ni en los neumáticos del coche, asi siempre que los tengo que cambiar elijo otra marca) sobran algunos franceses, noe s de recibo el tratamiento que dan a estos en la lista del agua. Ojalá el nivel de nuestra cocina, se mantenga por muchos años, y podamos prescindir de los intereses comerciales y de los que quieren vivir de ella sin dar un palo al agua.
ResponderEliminarParticipo de tu criterio sobre la crueldad y el subjetivismo de la mayoría de las clasificaciones, mas considero que su utilidad dada la sana competencia que genera y que fomenta la creatividad y el espíritu de superación, justifican su existencia.
ResponderEliminarClaro está que ni el chovinismo de la Guía Michelin ni el antigalicismo de la revista Restaurant están justificados, pero si tengo que escoger una como lista o guía de cabecera me quedo con la que se elabora con las votaciones de cocineros y críticos de toda índole que la preparada por un ejército de críticos adoctrinados.
Un abrazo, y larga vida a la cocina española.
eduard