Leía en La Vanguardia que el binomio Pellicer-Àbac se había roto, y la pregunta que da título a esta crónica asaltó mi cabeza.
¿A quién pertenecen las estrellas?
¿Al contenido, o al continente?
¿Y porqué no a ambos?
¿Qué sentido tiene haber encumbrado a los cocineros si acabamos reconociendo sólo a los restaurantes?
¿Porqué el parlamentario tránsfuga se lleva en su mochila el escaño, y en cambio al cocinero que dio brillo a un restaurante lo despojamos de su reconocimiento si decide cambiar de rumbo?
¿Quién concebiría un elBulli tres estrellas sin Ferrán Adriá? Para esta pregunta sí que tengo una respuesta: la Guía Michelin.
Para todas las demás, no puedo ofreceros una respuesta, sólo una opinión.
Una opinión mutada en decisión salomónica.
A ambos, esto es, a ninguno.
A ninguno si no van de la mano, pues es tan injusto contemplar la posibilidad que un cocinero, al abandonar el barco, se lleva bajo el brazo “sus” estrellas, como que éstas ondeen en el mástil de un restaurante sin el capitán que lo llevó a la gloria.
Las estrellas son del cocinero, de su equipo, del personal de sala, del sumiller, del decorador, de los propietarios del restaurante, de todo el personal auxiliar, entendidos como un todo, como la maquinaria de un reloj.
Sin una de sus piezas un reloj no funciona, un restaurante tampoco.
Una reflexión necesaria Eduard y con la que estoy completamente de acuerdo.
ResponderEliminarEn La Broche y Sergi Arola pasó algo raro, ya que Michelin sorprendió al darle 2 de golpe a Sergi Arola Gastro. Michelin valora los restaurantes en su conjunto, desde la mantelería y el parking hasta la cocina, y según su criterio el restaurante debe ser un todo. Me parece bien, aunque también hay casos clamorosos como Mugaritz y Quique Dacosta con la tercera, o Casa Gerardo y Calima con la segunda. Por no hablar de muchos otros...
El reloj debe estar engrasado y en Àbac no lo estaba a causa de una mala relación. Y es una pena ya que tanto Xavier es un gran cocinero como Àbac es un gran restaurante.
Un abrazo
Respecto Mugaritz y Calima, predicas a un convencido, no estaría tan de acuerdo con tu generosidad con Casa Gerardo.
ResponderEliminarNo obstante, lo que aquí discutimos son la paternidad de las estrellas y los criterios de asignación de las mismas.
La primera, a mi parecer, erróneamente atribuida en exclusiva al continente, y sobre los segundos, sólo sé que no sé nada, salvo que impera la falta de transparencia.
Un abrazo,
eduard