¡Extra, extra! El restaurante Allium sirve, sin atisbo de dudas, uno de los mejores menú mediodía de Barcelona.
En unas cuantas –por desgracia, no tantas- casas de comidas de Barcelona uno puede, por un rato, olvidarse de las penurias de eso que suele decirse que nos dignifica, gracias a excelentes menús ejecutivos, de mediodía, exprés… por menos de veinte euros.
Y, como apuntaba en la primera línea de esta crónica, el restaurante Allium es uno de ellos.
Hace unos cuantos meses ya os hablé de esta notable y acogedora –siempre encontraréis una sonrisa entre su equipo de sala- casa de comidas del gótico barcelonés, así que este “breve” de hoy se limitará a una doble celebración.
Jordi Casas (chef y copropietario del restaurante Allium) merece todo mi respeto y admiración, no solo por sus dotes entre fogones, sino por el amor que siente por su oficio y por la sana forma –alejada de los integrismos que tanto afean esta filosofía gastronómica- como practica el Slow Food y el Km 0.
Y una ovación sin fisuras es la que merita su menú mediodía (15 € todo incluido –y todo es todo, pues en estas poco más de dos mil pesetas hay espacio para una copa de vino, el café, el IVA y hasta para la posibilidad de repetir-).
Menú mediodía del restaurante Allium en el que, los jueves, las paellas son las auténticas protagonistas –mañana toca paella de canana (el hermano pobre, pero sabrosísimo, del calamar)-.
Menú mediodía, cambiante a diario y compuesto por dos primeros y otros tantos platos principales y postres que, el día de mi vista me permitió disfrutar como un enano de:
Un zurito de un excelente caldo de ave que, viendo que entre los primeros figuraba la “escudella” solicité como aperitivo y al que el bueno de Jordi tuvo la amabilidad de invitarme.
Unos buenos, aunque en exceso bañados en aceite, níscalos en escabeche suave.
Una magnífica, por su punto de cocción, por su uniformidad de sabor, por la nobleza de sus materias primas, por su digestión... paella -uno y hasta dos escalones por encima de las dos últimas que he degustado (Kaiku y Koxkera)-.
Una buena pannacotta que, de estar menos gelificada, dado sus adecuados puntos de azúcar y vainilla hubiese hecho mis delicias.
Y un buen café acompañado por unas igualmente buenas catanias –de nuevo, invitación de la casa-.
En definitiva, casi todos los restaurantes sirven menús mediodía más o menos asequibles, pero la mayoría de ellos están pensados para cumplir con la fisiológica función de alimentarse, así que aquéllos, como el que sirven en el restaurante Allium, que por lo mismo ofrecen mucho más, esto es, también placer, se merecen mi –y también el vuestro- reconocimiento y favor.
Bodega: Si alguien puede decirme otro restaurante cuyo menú mediodía contemple una copa de Bernat Oller 2007 (Merlot; Oller del Mas; DO Pla de Bages) estaré encantado de escucharlo.
Precio: 15 €
En pocas palabras: Insuperable calidad-precio.
Indicado: Para los que saben lo que vale un peine, un mejillón, una sardina, una paella, una carrillera, un tordo… pues en el restaurante Allium no sentirán que, como en tantos restaurantes, les están robando la cartera.
Contraindicado: Para los que ya se han resignado a que los almuerzos de los días laborables sean mera y tristemente para alimentarse.
Call 17, Barcelona
93 302 30 03
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