“de Sarrià”
Sin duda, algo se está cociendo en este barrio de la zona alta de Barcelona.
Nuevos vecinos, que rebajan sensiblemente la media de edad del barrio, pasean por sus calles, su mercado, quedando ya atrás un largo periodo de obras, luce en consonancia con las paradas que alberga, tiendas de delicatesen argentinas o italianas, de “gadgets” de lujo para la cocina, ostrerías y un sinfín de tiendas que hacen las delicias de los gourmets se erigen en los locales antes ocupados por mercerías o colmados de barrio, a las pastelerías el Foix y la Bolet –iconos del barrio- se les han sumado recientemente otras con igual solera como Baixas o Canal y, todo parece apuntar, que la restauración de Sarrià no quiere ser ajena al renacimiento de uno de los barrios con más encanto de Barcelona.
Así, últimamente, a las propuestas gastronómicas de toda la vida de Sarrià, muchas de ellas en sus horas más bajas –no el japonés Ken: un valor seguro, y particularmente sus fideos- se van sumando nuevos restaurantes –todavía pocos, pero todo se andará- o reinvenciones de clásicos –el mejor ejemplo es el restaurante Vivanda, hoy, expresión del talento de Jordi Vilà- que elevan el nivel de la oferta gastronómica de un barrio cuyos vecinos siempre han gustado de la buena mesa.
Y como nueva propuesta, pero erigida sobre los cimientos de uno de los bares más populares de Sarrià, se nos presenta el restaurante El Canalla.
Un restaurante, dos propuestas gastronómicas y una terraza que, por si sola, garantiza el éxito del restaurante.
El Canalla, tapeo informal en la planta baja y una carta de tapas, platillos y platos de corte tradicional, ideales para ser compartidos, escaleras arriba, y unas diez mesas en medio de la plaza Sarrià.
Reitero, porqué Sarrià, a pesar de la tendencia positiva apuntada, sigue adoleciendo de restaurantes de referencia, por disponer de una de las terrazas más privilegiadas de la ciudad, por basar su propuesta gastronómica en las tapas y platillos –junto con la tradición y la nostalgia, lo que hoy más vende en gastronomía-, y a pesar de que su cocina, más que correcta y de una notable relación calidad-precio, no pasará a la historia, auguro un éxito seguro a El Canalla.
Restaurante El Canalla en el que anteayer, y tras una comida en el Rías de Galicia de la que ya os daré parte en breve, pude disfrutar de la siguiente cena:
Unos muy buenos “Calçots” con “romescu”.
Unas correctas -un buen trecho les queda por recorrer pada poder hacer sombra a las que sirven en su vecino Vivanda- croquetas.
Una buena –babosa, por supuesto- tortilla “Trampó”: patatas, chorizo y cebolla.
Una pieza de un buen, aunque algo falto de maduración, chuletón de poco más de medio kilo.
Platos, todos ellos, secundados por el buen, aunque seco, pan de payés del Foix de Sarrià y un notable aceite del Empordà.
Cena a la que pusieron el colofón una correcta, en exceso dulce –por culpa, diría, de un exceso de vainilla-, crema catalana.
Y un muy buen flan de queso con galleta al que el culís de frutos rojos que lo acompañaba no le hacía ningún favor.
En definitiva, Sarrià se mueve, y restaurantes como El Canalla son, sin duda, los principales culpables de ello, a pesar de que su cocina no destacaría en barrios como el Ensanche o Gracia, entre otros, mucho mejor dotados, gastronómicamente hablando.
Bodega: Juan Gil 2008 (Monastrelll, Jumilla)
Precio: 30 €
Calificación: 12/20
En pocas palabras: Bueno, acogedor y casi en su precio.
Indicado: Para poner las pilas a algunos restauradores de Sarrià.
Contraindicado: Para los que precisen de salas y mesas espaciosas para comer, pues en El Canalla en algo menos, o algo más de 30 metros cuadrados se llegan a agolpar hasta 30 comensales.
Major de Sarrià 95, Barcelona
932 058 806
Hola Eduard:
ResponderEliminarenhorabuena por tupost del Moments, veo que no hay vida más allá de los superfashions restaurantes.
En el caso del Canalla yo me llevé un chasco y esto que soy fan de Vivanda, relación calidad precio me pareció incorecta, vinos inchadísmos, servico despisatdísmo aunque voluntarioso, mesas hiperpequeñas,, no se puede pagar cierta cifra que pasa de los tres números y que las mesas sean diminutas, sin mantel y con una triste servilleta de papel, es un conjunto el precio, por mucho bistronómico que se le quiera llamar o bar de tapas a precios populares, 12€ por un triste plato de guisantes denominados del Maresme con cuatro almejas, llenas de arena hasta el punto de hacerse imposible la ingestión lo veo caro.
Antes la gente se aprovechaba de lo moderno, sofisticado y ahora con el tema de la crisis la gente se aprovecha de tendéncia de cocina pobre.
Resumiendo, la idea es interesante pero hay que saberla plasmar bíen y adecuarla al precio que pagas.
saludos
Abans de parlar de "El Canalla", dir-te que quan he llegit "japones Ken", m'ha vingut al cap que ja fa masses mesos que no hi vaig i els yakisobas tb em perden.. :).
ResponderEliminarDit això, penso que el tema "El canalla", deu ser adequat a nivell terrassa, ja que a l'aire lliure sempre hi ha més sensació de llibertat que en espais tancats amb taules properes.
Tinc bons records d'aquella plaça, de fa uns 4 o 5 anys, quan alguns migdies de primavera, esperava fent el vermout, a que el meu fill que sortis del Frederic Mistral, on estudiava, per anar a dinar plegats.
Salut!.
Hola Anónimo,
ResponderEliminarSin duda, las comparaciones son odiosas y, particularmente, si se compara a un "Canalla" con el restaurante Vivanda que, con la barra del Coure, encarnan los mejores locales de tapas y platillos de Barcelona.
Pero es que medirse con la excelencia es todo una quimera.
Y puede que tengas razón, y así, visto que la "gastronomía pobre" es, hoy, la gallina de los huevos de oro, desde estas propuestas se nos esté, y siguiendo con los símiles zoológicos- dando gato por liebre.
Un saludo,
eduard
Com pot ser, Ricard, si no costa res passar pel Ken i endur-se un sushi, uns fideus i unes empanadilles a casa...
ResponderEliminarSens dubte, la terrassa del Canalla serà tota una mina.
Vermut, com molts dels que vivim per la zona, segur que gaudit al "Càctus".
Salutacions,
eduard
querido Eduard, ya que has sido duro con Moments comentantdo la realidad que sucedía en ese restaurants de escaparate te pediría que también lo fueras en sítios como este, estuve ayer noche después de leer tu crónica, creeme, nunca me ha dolido tanto pagar 93€ sin cafés ni postres ojo, con unos vinos que algunos rozan el por tres, con platos como unas entrañas que parecía un chicle más que un trozo de carne, la terrina de pies de cerdo supuestamente deshuesados en la que sólo hacías que comer huesos, lo que más me gustaron fueron las croquetas, la tortilla y las alcachofas, claro que para pagar tanto por esos platos me quedo en casa.
ResponderEliminarEl servicio omnipresente, aunque la chica que nos sirvió no tiene la culpa que su jefe no invierta en personal, las mesas de chiste, para hecr el vermuth están bién pero para comer falta espacio, el pan chicle y lo que es el aceite lo deven de poner a los más vips ya que yo ni lo vi.
Tranquilo, seguiré leyendo tu blog, algunos restaurantes me han dejado muy buen sabor de boca como el Cigro d´or, Vivanda, Kimo en Lleida, .... y otros no tan bueno como el Arola gatrobar, Mirror,
saludos
saludos
Buenas tardes querido Anónimo,
ResponderEliminarAnte todo, agradecer tu comentario y la confianza mostrada y disculparme por si lo escrito en esta crónica la ha defraudado.
Pretendía con esta crónica radiografiar la situación gastronómica de mi barrio, en franca mejoría, y en ningún caso, y así creo lo hago notar en la conclusión y la puntuación, descubrir un restaurante de referncia en Barcelona.
No obstante, debo decirte que mi experiencia no fue, ni por asomo, tan mala como la tuya, y pues tu criterio merece ser tenido en cuenta, no dudes que volveré para ver si la realidad del local se asemeja más a mi primera impresión o a la tuya.
Respecto los restaurantes que, por culpa de esta página has visitado, debo decirte que no eres el primero que critica el gastrobar de los Arola -tendré que volver, aunque las tres veces que he comido allí han sido notables- y que en ningún caso pretendía, siento si así lo advertiste, ser muy generoso con The Mirror, pues me decepcionó.
Un saludo y, de nuevo, muchas gracias por tu confianza,
eduard
El otro dia Eduard, estuve en el gastro bar de Arola y me pareció una solemne tomadura de pelo.
ResponderEliminarSabes que lo rondo casi todo, ensalada de tomate y ventresca ahumada, insípida, alitas de pollo incomibles. Lo mejor un steak tartar. Servicio frío, impersonal y despistado, que ya es grave pues solo eramos tres mesas de dos comensales (era al mediodia)
En Sarriá, aparte de la opción del Vivanda, la mejor es la del Isidre y la Reyes en su Tram tram.
Salutacions
Hola Bernie,
ResponderEliminarDesafortunadamente, me estoy acostumbrando a leer comentarios negativos del gastrobar 3. Hace un tiempo que no voy y, puede, les esté pasando lo que apuntaba en mi primera crónica: que estén muriendo de éxito.
En breve, me pasaré por allí y ya os informaré.
Sin duda, en Sarrià, Vivanda encarna la mejor alternativa para comer y, siento discrepar contigo, pero creo que Tram-Tram está en horas bajas.
Un saludo,
eduard
Anoche cené en El Canalla,bueno en su parte de arriba El Villano y después de mucho analizar lo que allí aconteció,puedo entender el significado del nombre del local.
ResponderEliminarNo voy a entrar en debates acerca de la calidad de los platillos,correctos,sin más,nada de tirar cohetes,a la chuleta de medio kilo le falta maduración,lo único que puedo objetar.Todo bien,como es menester en profesionales con criterio y sapiencia.
Lo que me descolocó fue la ametrallante salida de viandas,obsceno he de decir.Todo y no era poco,salió a la vez.No entiendo porqué convive una deliciosa burrata con rafs en la misma mesa con unos peus de porc,excelentes......de no ser porque me los comí helados.Qué pintan unos guisantes con almejas en una esquina de la mesa,horror de ostracismo!cuando a la par me ponen delante unos calçots.Una pena.Canallesca restauración.Si los tempos de la cena hubieran sido en unos parámetros normales,yo ayer tengo en mi agenda otro incondicional en Barcelona.Vaya si lo tengo.
Por cierto.....perdono que el Belondrade apareciera en mesa 5 minutos después de haberme zampado los calçots....y la tortilla.Estaba de buen humor.Saludos.
2 ostras
1 calçots
1 tortilla
1 burrata
1 guisantes
1 (en algún momento lo fué)crujiente de peus.
1 chuletón de 500grs
1 ganache de chocolate
1 pie de taronja
1 botella Belondrade y Lurton.
113,90 €.
Apreciado Mojopicón,
ResponderEliminar¡Genial tu comentario!
Coincido con tu apreciación sobre la maduración de la carne y con tu elección del vino, y si los tiempos fueron los que apuntas, sin duda, se trata de un acto de villano de película.
Un saludo,
eduard
Fuimos a cenar en el restaurante El CAnnalla con 6 personas. Estuvimos en la parte de arriba, el villano.
ResponderEliminarEl nombre del restaurante no podrian haberlo escojido mejor. El camarero de arriba era un borde, rozando la mala educacion. Al hacer la comanda, ya nos trato de tontos, al no saber que los platos (que valen entre 9 y 12 euros) eran minusculos. Para excusarse, nos dijo que era culpa del chef, porque era catalan. La broma perfecta con gente de barcelona.
La comida en sí, no era mala, pero las raciones eran ridiculas. Un ejemplo, la ensalada tibia de higos con mozzarella eran tres higos partidos por la mitad con media mozzarella, sin ni tan solo un poquito de verde o una vinagreta, precio: 9€! Ademas, pedimos una botella de vino carito y ni supo servirla entre 6 personas que eramos, asi que no llego para llenar las copas de toda la mesa. Que listo, otra botellita! Ademas, queriamos combinar el chuleton que pedimos con los otros platos. Se ve que esto es raro, asi que nos trajeron los platillos y despues, el chuleton a palo seco. La verdad, por 40 euros que valia el chuleton, podrian ponerle alguna guarnicion.
Despues de la cena, queriamos unos gin tonics. Subio el camarero de abajo, el canalla. Nos dijo los tipos que tenian y, aunque queriamos una carta para elegir, no tienen. Fantastico que tengan 30 tipos de gin, pero no te hacen muy facil hacer una eleccion. Pedimos gin tonics con manzana y los subieron con fresa, sin preguntarnos si nos parecia bien. Bueno, dijo: "te lo traigo de fresa, si no te gusta, te lo tomas igual" jeje. 10 euritos mas cada copa.
La verdad, por 40€ por persona, salimos con hambre y de mal humor. Realmente, un canalla abajo y un villano arriba.
2 ensaladas de higos (6 higos y una mozzarella)
2 de Alcachofas al carbón (1 alcachofa por racion)
2 Trinxat de col y patata con sepioneta (poquisimo)
3 Croquetas (lo mejor)
1 Chuleton de 1Kg. (a palo seco)
1 verduritas a la plancha (2 esparragos, una patata y dos tomates cherry)
1 ganache de chocolate
1 pie de naranja
1 baba de tres leches
2 botellas de Brunus, d.o. Montsant
5 gin tonics (de los mas baratitos)
1 whisky sour
total 216 €
Buenos días, apreciado Anónimo,
ResponderEliminarSin duda, no imagino pero forma de comenzar una velada que con un camarero borde y graciosillo, aunque debo confesar que en mis tres visitas al Canalla y en las dos al Villano siempre me he sentido bien atendido. Bien atendido, pero compartiendo la sensación de que a algunos platos se les podría prestar más atención y que la factura final no es la meritada por lo servido.
En Sarrià, como el restaurante Vivanda, no hay otro.
Un saludo,
eduard
restaurant bar caro y con poca gracia. Todo mal, una lástima que quitaran el Versátil para poner este bar...
ResponderEliminarSin duda, apreciado Anónimo, tienen muchas cosas por pulir -algunas de ellas pulidas ya en su hermano y vecino Santana-, pero discrepo en que el Versátil aportase mucho más al panorama gastronómico de Sarrrià.
ResponderEliminarUn saludo,
eduard