Una vocecita en mi interior –metafóricamente hablando, tranquilos, todavía no he perdido la chaveta, aunque todo es cuestión de tiempo- me decía que no pasaba nada si no conocía todas las propuestas estrelladas de Barcelona, y sus razones tenía: un restaurante de “Hotel”, dirigido por un “hijísimo” -mucho me temo que gastronomía y fútbol, dos de mis pasiones, en este aspecto sí que se parecerán-, unas cuantas malas críticas… No obstante, decidí desoír esa sabia voz para tener cubierta la cartilla de los restaurantes de Barcelona reconocidos con una estrella por la Guía Michelin y, de paso, hacer buena la expresión muy típica de mi tierra: “ver mundo y hacerse una cultura”, en este caso, gastronómica.
No hace falta ser muy avispado para, tras las precedentes líneas introductorias, atreverse a pontificar que Moments no es mi restaurante.
Así que, fanáticos –expresión a la que en los Diálogos de Cocina a los que tuve la fortuna de asistir hace unas semanas dieron una magnífica definición: “aquellos que solo tienen una idea, y por eso la defienden hasta la muerte”-, de la genial y algo, dicho sea con todo el cariño, histriónica Carme Ruscalleda, probablemente, lo que leáis a continuación no sea de vuestro agrado, pues en Moments se da cita, desde mi punto de vista, uno de los peores vicios de la mejor alta gastronomía.
Comencemos por el final.
Es innegable que la cocina que practica Raül Balam, como extensión de la filosofía culinaria de su madre, Carme Ruscalleda, debe subsumirse en el concepto de alta gastronomía.
Dentro de ésta, a mi parecer, y parece que también al de notorias guías (Michelin, Repsol) y reputados críticos, la cocina del restaurante Moments, como extensión de la del restaurante Sant Pau –por ejemplo, los aperitivos y divertimientos de pastelería que se sirven en Moments son los mismos que los servidos en el restaurante de Sant Pol, aunque con un mes de “vacatio legis”- es de las mejores del mundo.
Lástima que una falta de mensaje propio –es lo que sucede cuando no se crean nuevos conceptos gastronómicos sino sucursales de uno que funciona-, el hecho de entrar en el mal necesario de la gastronomía de hotel –y digo mal necesario, pues parece que hoy son los hoteles los únicos que se atreven, supongo que por cuestiones de costes de estructura, con los grandes restaurantes, aunque éstos deban pagar el precio de cierta frialdad, de la que, lo siento, se contagia su propuesta gastronómica- y, particularmente, unos precios sumamente desorbitados -el gran lastre de la mayoría de los restaurantes de "Hotel"- hayan hecho que mi recién experiencia en el restaurante Moments me haya dejado un notable sinsabor como resgusto final.
Como nada de lo que digo, bueno, que escribo, suele ser gratuito, aquí va la cronología de los acontecimientos de una velada que, salvo pérdida de la memoria, sumo compromiso o racionalización de sus precios, no se repetirá.
Pasan unos minutos de las dos y media de la tarde de un bonito miércoles de marzo en la todavía más bonita Barcelona cuando, tras cruzar el también precioso Hall del hotel Mandarin y ya sentado en mi mesa de la elegante, moderna y acogedora sala del restaurante Moments, solicito, mientras hojeo la carta, mi vermut rojo de rigor.
En este caso, un vermut Izaguirre Reserva, por el que, al examinar la cuenta veo que se me han cobrado 12€.
¿Saben cuánto cuesta la botella de este vermut? Algo menos de 6€. Así que en el Moments, por una copa de vermut, algo parecido pasa con los vinos, te cobran el doble que el precio de la botella: aberrante.
Así tras disfrutar de mi vasito de vermut –en ese momento todavía no conocía su precio-, de limpiarme las manos con una agradable toallita tibia y de que hiciesen entrada en la mesa un magnífico pan elaborado por un horno de Argentona en exclusiva para el restaurante y un excelente aceite de Siurana, llegaba el turno del Menú Degustación (125€).
Menú Degustación, cuya antesala estaba protagonizada por el algo pretencioso –lo digo por el nombre y a tenor de lo que contenía- Micro Menú de Aperitivos.
Micro Menú compuesto por:
Un flojo, y seco teniendo en cuento que su función es la de despertar el apetito, cuscús con calamar, fruta seca, coriandro y almendras.
Y unos correctos: langostinos con acelga frita y mayonesa de ajo y pimienta; foie gras con piña y espinacas; coca especiada con pera, queso azul, achicoria y su vinagreta.
Así, entre unos algo decepcionantes aperitivos, se abrió paso, descontextualizado del precio, un notable Menú Degustación compuesto por:
Unos buenos guisantes del Maresme acompañados por una excelente butifarra negra hecha en casa -vi cómo se preparan en la conferencia que Carme dio en el pasado Fòrum Gastronòmic de Girona-, panceta y cebolleta caramelizada.
Unas excelentes espardeñas con judías del ganxet, crema de espinacas y espuma de daikon.
Un notable plato –aunque de estructura y cromáticamente algo, o mucho repetitivos con los dos que los precedían- de cigalas con alcachofas del Maresme en tres texturas.
Un excelente bacalao de Cuaresma - supongo que la paupérrima cantidad, y lo dice uno que sigue la enseñanza de su "iaio" quien predicaba que “uno debe abandonar la mesa con algo de hambre”, de bacalao que había en el plato también era para hacer cristiana penitencia- magníficamente acompañado por pasas, membrillo, reducción de ratafía y yema de huevo rellena de sofrito.
Y un también excelente plato de pluma de cerdo ibérico con manzana (caramelizada y en crudo) pera y rúcula.
Palabras mayores merecen la selección de quesos y, particularmente, su maridaje.
Casa Mateu (oveja) con un ravioli de tomate, perejil y aceitunas.
Ibores (cabra) con confitura de plátano.
Gorgonzola dulce (vaca) mazapán de Marsala.
Livarot (vaca) con pan de higos, avellanas y orejones.
Boulette d’Avesnes (vaca) con bizcocho borracho de cerveza negra.
Muy interesantes también los dos postres, más el “bonus track” que me ofrecieron, no por mi cara bonita, sino tras manifestar que me faltaba algo de contundencia de sabor, entendida como presencia de sabores profundos tales como ahumados, tostados, etc., en los dos primeros, protagonizadoos por:
Una ensalada de moras, frambuesas, piña y fruta de la pasión con helado de mango y bombón de pimienta rosa y vainilla
Un “bombón” de coco con crema de fruta de la pasión y helado de vainilla de Tahití.
Un helado de trufa negra sobre una ralladura de bizcocho de cacao.
Perfecto el colofón que puso un buen café y unos magníficos divertimientos de pastelería: chuche de yuzu, coca de cabello de ángel y piñones, pasta filo de sidral y regaliz, chuche de chocolate blanco y sésamo negro, trufa de chocolate y naranja, macarron de coco, bombón helado de plátano y turrón crujiente de arroz y almendra.
En definitiva, un marco agradable, un muy profesional servicio de sala, una comida notable a pesar del sucursalismo antes apuntado… y una de las peores relación calidad-precio que he visto en mi vida: esto es, a mi entender, el restaurante Moments.
Bodega: Más de lo mismo. Magnífica carta de vinos pero con referencias carísimas. 4 copas: Gaba do Xil 2009 (Godello, Valdeorras), Cérvoles Blanco 2008 (Macabeo y Chardonnay, Costers del Segre), Bernat Oller 2006 (Merlot, Conca de Barberà)y MR (Moscatel de Alejandría, Sierra de Málaga) = 50€: prohibitivo.
Precio: 200 €
Calificación: 16,5/20
En pocas palabras: Una y, por el momento, no más.
Indicado: Para los que deseen conocer la cocina de Carme Ruscalleda sin tener que desplazarse a Sant Pol.
Contraindicado: Para los que no puedan, o no quieran obviar una desajustadísima relación calidad-precio.
Paseo de Gracia 38-40
931 518 781
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Se puede votar a diario
Muchas gracias,
eduard
Me gustaría excusarme con los primeros que leyeron esta crónica pues, todavía no sé porqué, se publicó antes de que estuviese terminada y revisada y, por ello, se podían leer unos cuantos "typos" -seguro que alguno queda- y encontrar un par de frases sin rubricar.
ResponderEliminarLo siento,
eduard
Ha estado usted borrando los comentarios... No es nada ético practicar la CENSURA. Usted practica la CRITICA pero no acepta una critica a sus críticas. Creo que debería revisar su forma de trabajar si desea seguir criticando el trabajo de los demás.
ResponderEliminarSi usted cree tener la libertad de decir lo que quiera en un medio público debería dejar que los demás también se expresen del mismo modo.
Decepcionante. Evidentemente dejo de leerlo. No tiene usted credibilidad.
Apreciado Anónimo,
ResponderEliminarNo he estado borrando los comentarios, he borrado el suyo -lo que suma un total de 2 comentarios "moderados" desde que comencé con este blog hace más de un año-.
Permitame que le corrija, pero yo acepto todas las críticas del mundo si se hacen desde el respeto y la veracidad -prueba de ello son numerosos comentarios en muchas entradas con opiniones antagónicas a las mías, y crítics constructivas a mi labor de las que he aprendido muchísimo y agradezco todavía más-.
No obstante, pues aquí no se practica, no voy a tolerar, como algún tiempo sí permití -vea, si lo desea la entrada del Cigró d'Or- que mis lectores, casi siempre anónimos, falten a la veracidad y, en consecuencioa, al respeto de este blog y sus lectores.
Siento perderlo como lector, pero debe recordar que su libertad tiene límites legales, por el ejemplo, el derecho a la intimidad, al honor..., y también límites morales, como la veracidad.
Un saludo,
eduard
Una sucursal. No mas...
ResponderEliminarPrecio en consonancia.
Supongo que no les habrá hecho mucha gracia que el gran Jean Luc ofrezca su cocina de bistrot en el mismo Hotel.
En fin
Hola Bernie,
ResponderEliminarSin duda, la competencia que les hace Jean Luc es notable. El día que yo comí en Moments (70% de ocupación) Blanc estaba casi lleno.
No obstante, la cocina que se ofrece en Blanc será de Bistrot, pero de Bistrot de "Hotel", pues su factura se eleva muy por encima de la de otros bistrots de la ciudad (Topik, Embat...).
Un saludo,
eduard
No creo acertado decir que es la peor relación calidad precio. El Menú Degustación por 125 € no es nada caro. No hablo del resto, vermut o vino, pero la comida es de la mas alta calidad que he visto (y probado) en Barcelona.
ResponderEliminarY es lo que tu dices, los platos entre excelentes y perfectos...
Apreciado Anthony,
ResponderEliminarAnte todo, gracias por tu comentario. Y sin pretender hacer una nueva crónica de mi ágape en el restaurante Moments, simplemente recordarte que junto a palabras como "excelentes" o "perfectos", están "decepcionantes", "estructuras repetitivas", "pauperrimas raciones", incompatibles, a mi entender con un restaurante excelente.
Un menú de 125 € no puede permitirse tales fisuras y, sinceramente, considero que de los restaurantes estrellados y demás de primer nivel de Barcelona (Alkimia (80€), Coure (60€) Lluçanés (85€), Cinc Sentits (65€), Dos Palillos (85€), etc.) Moments es el que tiene una peor relación calidad-precio.
Asimismo, considero que, para valorar una experiencia gastronómica, no debe obviarse el precio de sus vinos, aperitivos o cafés (6€).
Un saludo,
eduard
Bon dia Eduard,
ResponderEliminarM'alegro de llegir aquest post teu, doncs és precisament la diversitat de crítiques, el que dóna credibilitat.
Desconfio en general dels blocs que parlen de restaurants, en que sempre és desfan en elogis.
No he estat mai (ni mai aniré) a Moments... Si he estat a Blanc, que vaig descriure al meu bloc, però tampoc em van quedar ganes de tornar.
Ja coneixes el meu punt de vista en restauració i també el de "escèptic total" que no es deixa enlluernar per la llum i color d'aquests llocs.
Aquests experiments de voler projectar en els fills els éxits dels pares, en general no surten massa be. I penso que el tema de "fill de la Ruscalleda", s'aguanta com pot.
Tampoc he estat al restaurant de la Ruscalleda, però com que em bellugo en ambient que els agraden aquests llocs, en tinc referències recents. Sense dubtar del producte de la cuina, en el tracte humà, penso que tenen mancances (i et parlo comparant per exemple amb llocs com el Celler de Can Roca).
Però en molts d'aquest llocs, en que hi va gent en que un dinar d'aquest tipus, els comporta un important sacrifici econòmic, penso que tenen por a reconeixer el "fracàs" i tot i que expliquen que van menjar de conya (només faltaria..!!) s'obliden de comentar la RQP o el tracte altiu amb que la "estrella" del lloc els dedica 10 segons de glòria... o de que just entrar els van oferir una copa de cava, que es pensaven era invitació i resulta que apareixia a la factura.
En fi... que m'ha agradat el teu post i també el del primer "anónimo" que se li veu el llautó.
Hola Eduard,
ResponderEliminarEl viernes pasado estuve en el 3 Gastro Bar. Fui precisamente porque en 2 de tus entradas, lo dejabas muy bien.
La verdad es que me decepcionó mucho. No me gustó el local, la entrada, que es el bar, muy estrecha e incómoda, no había DJ, la parte de arriba dónde está el restaurante un tanto fría.
Pedimos un menú degustación, del cual no nos explicaron ninguno de los platos, no nos quedamos con hambre, pero los platos me parecieron la mayoría muy sencillos, ensaladas, canelones, tomate con atún, unos langostinos fueron lo que podríamos decir el plato de coste más elevado, nada sorprendente para el precio que pagamos luego, la carta de vino muy cortita y carísima y para terminar, el que lleva la sala, el hermanísimo, muy prepotente y arrogante.
En definitiva, no creo que esté predestinado a ser un local de moda, o yo por lo menos no volveré.
Un saludo,
Mónica
Hola Ricard,
ResponderEliminarEn primer lloc, gràcies per les teves paraules.
I magnífic el comentari: no podria estar més d'acord amb tu.
Sols faltaria que pagant 200€ no t'oferissin un bon àpat, l'important és que aquest mereixi realment els 200€ i, des de el meu punt de vista, un àpat al Moments no els mereix.
De nou, gràcies pel teu recolzament,
eduard
Hola Mónica,
ResponderEliminarSiento mucho que la velada en 3 fuese tan decepcionante.
Debo decirte que no eres la primera que me comenta que ciertas actitudes de la sala restan enteros a, desde mi punto de vista, una buena propuesta gastronómica.
No obstante, hace un tiempo que no me paso por allí, y puede que el éxito les haya podido. Sería una lástima, pero no serían los primeros que mueren por su culpa.
Un saludo,
eduard
Resulta evidente a la vista de los resultados de Gastroblogs 2011 que a este blog le falta un apartado de recetas, de otro dedicado a la cocina tradicional en estado puro, o post sobre restaurantes de menú diario.
ResponderEliminarDejando de lado las limitaciones tecnicas de un blogger, el diseño de la página no es llamativo.
ResponderEliminarCada vegada hi han més anònims agressius eh?... Com si fos obligat tenir "apartado de recetas"... :).
ResponderEliminarEls costa de pair que la web del 2011, pugui permetre opinar lliurement.
Però entrar en un bloc per dir que "el diseño no es llamativo", ja fa prou pena... S'entra als blocs per voluntat, no per obligació... :).
Com deien la gent d'abans ... "Deu nos en guard!!!"... :)).
Apreciado Anónimo,
ResponderEliminarSeguramente este blog tendría muchas más visitas si en él publicase más recetas -alguna ya se puede encontrar-, no obstante, éste nunca ha sido el objeto principal, y seguirá sin serlo, de esta página.
Respecto los restaurantes de cocina tradicional, creo que ya están suficientemente representados. No pasa lo mismo con los de menú y, por ello, en breve verás le vay dando solución.
Un saludo,
eduard
Apreciado Anónimo,
ResponderEliminarPuede que mi blog no sea el de aspecto más atractivo y, seguro, se debe a mis carencias informáticas, no obstante, siempre he pretendido que sea un referente por su contenido y no por su continente.
Un saludo,
eduard
Hola Ricard,
ResponderEliminarCom sempre, gràcies per les teves paraules de recolzament.
Saps que mai he pretés adoctrinar i que mai he amagat que les meves paraules no són res més que la opinió que, qui vulgui pot compartir, d'un noi de 28 anys amb certa experiència gastronòmica.
Una abraçada,
eduard
Pues si te interesa el contenido y no el continente no se que haces visitando restaurantes estrellados.
ResponderEliminarSeñor Ricard, a la sazón escudero del blog.
ResponderEliminarHe tenido un blog durante años y estoy acostumbrado a todo tipo de comentarios. Dejar tu opinión es la cosa mas normal de mundo. Por cierto, uno visita este blog y otros porque basicamente navega por internet, en el sentido mas amplio del termino.
Con todos mis respetos.
Apreciado Anónimo,
ResponderEliminarSin duda, en Barcelona, en España, algunos "estrellados" lo son por CV o por el continente -estoy pensando, por ejemplo, en les Cols-, no obstante considero que la mayor parte de los restaurantes con estrella tienen un contenido más que reseñable: en definitiva, lo que se hace en este blog, la reseñas.
Un saludo,
eduard
Querido Anónimo y paladín -dicho con todo el cariño- de la libertad de expresión en los blogs,
ResponderEliminarAnte todo, me encantaría conocer tu blog.
Y, coincido plenamente contigo, uno debe estar acostumbrado a todo tipo de comentarios y, por desgracia, también, a muchos "moderables".
Gracias por tu participación en este foro,
Un saludo,
eduard