Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
¿Pero tres?
¿Será entones que me gusta?
Pues sí, y mucho, y ello a pesar de algunas sombras a las que Enrique Valentí en breve debe llevar a zonas más claras so pena de perder a esos clientes que por primera vez visitan el restaurante en un día de “pocas, menos –que no es lo mismo- luces gastronómicas” -así sucedió en mi segunda cena que, no obstante y afortunadamente, no se convirtió en la última-.
A estas alturas de la crónica supongo que ya os habréis dado cuenta que no se trata ésta de una crónica al uso -¿Alguna de las mías los es? ¡Por Dios, espero que no!- pues no pretendo con las palabras que la dibujan ofrecer una visión global –otra- de este restaurante, para eso ya os sirve mi primer post sobre Casa Paloma, sino simplemente rendir un merecido tributo a uno de los mejores, tal vez el mejor, plato de carne que jamás he probado.
¡Va por ti!, Carpaccio Troglodita.
La cena, como siempre, magníficamente atendida por el tridente –me evoca a Neptuno, mejor no-, por el trípode –tampoco, y mejor ni citar qué pensamientos me trae a la cabeza-, da igual, por Cristina, Nerea y Luís, estuvo compuesta por:
Unas excelentes anchoas acompañadas por una mejorable coca de pan –una de sus asignaturas pendientes-.
Un magnífico steak tártar de solomillo, que disfruté mucho más que el que degusté en mi primera visita gracias tanto a la eliminación de los dados de tomate del conjunto, como al toque subido de mostaza y tabasco que solicité, acompañado por unas riquísimas patatas fritas.
El insuperable, cuando está en su justo punto de maduración –en ésta, así como en mi primera vista, lo estaba- lomo bajo de ternera Frisian a la parrilla argentina acompañado por una siempre sabrosísima patata gratén.
Un muy buen helado de leche, y…
El Carpaccio Troglodita que, dejo para el final, aunque se sirvió tras las anchoas, por eso de que los últimos serán los primeros.
Me resulta imposible describirlo con palabras. Vaya timo de crítico, pensaréis. Probadlo y lo comprenderéis. Sólo puedo deciros que eran finas (un par de milímetros, no como los tradicionales carpaccios que parecen papel de fumar)- láminas de ternera Frisian, perfectamente atemperadas y sencillamente salpimentadas que, en boca, ofrecían una textura mantecosa y una intensidad de sabor sin igual.
¡Bravo!
Aviso para navegantes: solo apto para muy, muy carnívoros y, de momento, hay que peguntar por su disponibilidad, pues se trata de un plato fuera de carta.
En definitiva, “segundas partes nunca fueron buenas”, pero, y de nuevo haciendo uso de la sabiduría popular, “a la tercera va la vencida”, en este caso, mi mejor ágape en Casa Paloma.
Vino: Ermita del Conde 2007 (95% Tempranillo y 5% Merlot). Excelente relación calidad precio la de este Vino de la Tierra de Castilla y León.
Precio: 50 €
Calificación: 14,5/20
Indicado: Para los que piensan en rojo.
Contraindicado: Para frutarianos (véase la película Notting Hil).
Calle Casanova 209, Barcelona
93 200 82 96
14,5 a mi gusto es muchisimo, yo lo dejaría en 12 ya que sólo se sirve carne y el servicio deja mucho que desear
ResponderEliminarJo ahir vaig fer la primera aproximació... Ja havia llegit l'altre post teu. Vaig passar per devant caminant per veure'l en directe... Ara ja em cal anar-hi i sopar. Al meu punt de vista, el fet de que "només serveixin carn", és un punt positiu... M'agraden els llocs especialitzats...
ResponderEliminarApreciado Anónimo,
ResponderEliminarTres son las ocasiones en las que he cenado en Casa Paloma y solo en la segunda -y vista la tercera (el objeto de esta crónica), estoy convencido que fue un ligero borrón que no se repetirá- estaría de acuerdo contigo en que su puntuación podría rondar el 12.
No obstante, el nivel que han exhibido (tanto culinario como de atención en sala) en mis otras dos visitas –y que creo que son la norma, siendo la segunda visita la excepción- bien merita las puntuaciones fijadas (14 y 14,5 respectivamente).
Todo lo anterior, sin perjuicio de que considero que el hecho que prácticamente sólo ofrezcan carne no es óbice para poder hacerse merecedores de una notable valoración y más cuando sirven de las mejores carnes que he comido en un restaurante.
La excelencia y la especialización no van reñidas, a mi modo de verlo.
Un saludo,
eduard
Amic Ricard,
ResponderEliminarNo podria estar me d’acord amb tu.
I si m’ho permets, en la teva primera visita no deixis passar l’oportunitat de provar el Carpaccio Troglodita, el llom baix de vedella Frisian i el pastís de formatge.
Ja m’explicaràs.
Salutacions,
eduard
Ahir nit va tocar Casa Paloma, tot i que sense Carpaccio, malgrat el vaig demanar (i es van sorprendre). Vaig optar per la Frisian i el meu fill pel Tartar. Dos primers (uns raviolis i unes sardines marinades) excel·lents i com postres el Crumble de cafè i el pastis de formatge. Molt be tot, RQP molt correcta, servei atent...Em va sorprendre que dimarts nit estés ple.
ResponderEliminarL'únic "però" es que degut a l'exit, la sala estava molt plena amb molt de moviment i com la nostra taula (molt còmoda per cert) estava prop de l'entrada i jo soc de sopar-conversa, doncs en algun moment em sentia com agobiat... Però això no es pas culpa d'ells. En uns pocs dies el publico al meu blog.
Hola Ricard,
ResponderEliminarLlàstima lo del Carpaccio, però ni la Frisian ni el tàrtar són pa per a fer-ne rosegons.
M’alegra molt que mengéssiu bé i et recomano, per al pròxim sopar-conversa a Casa Paloma –jo tampoc sóc capaç de renunciar a aquest binomi- que vagis a la cocteleria del pis de baix on t’hi esperarà una magnífica sobretaula.
Estaré pendent de la teva publicació.
Salutacions,
eduard
Hola Eduard, ahir vaig visitar el Casa Paloma per primer cop i va ser força decebedor. Servei horrorós, sense pa durant el sopar, i amb una proposta gastronòmica fluixeta. Plats poc més que correctes. No sé si van tenir un mal dia i que les nostres expectatives eren massa elevades. Per posar-te un exemple, amb el preu que ofereixen la Barra del Coure els supera ampliament.
ResponderEliminarHola Xavi,
ResponderEliminarEn primer lloc, dir-te que ahir vàrem compartir restaurant i les meves sensacions van ser molt millors que les teves, tan debò haguéssis disfrutat tant com jo.
En segon, dir-te que em vaig decantar per les anchoves, els macarrons amb xoriç, el tàrtar de filet, el carpaccio troglodita, vaca vella gallega i gelat de llet. Per a mi, tots ells conformen el seu "buque insignia", així que si els hi dones una segona oportunitat-cosa que et recomano- em decantaria per algun d'ells.
Jo vaig estar ben atés, però haig de confessar que segurament va ser el dia que menys. La marabunta que era el restaurant segur que no va ajudar.
Per últim, dir-te que comparteixo la teva opinió sobre la gran oferta del Coure (a dalt i a baix), però també crec que són propostes molt diferents i que per tant establir comparacions és molt difícil.
Salutacions,
eduard