viernes, 1 de julio de 2011

Gouthier

¡Ostras, Pedrín!

Expresión que sería un magnífico encabezamiento para un artículo que versase sobre uno de nuestros cómics, sino el que más, antiguos –me estoy refiriendo a “Roberto Alcázar y Pedrín”-, y que creo que también le va como anillo al dedo a la presente crónica gastronómica protagonizada por la ostrería –y me debato entre el “algo” y el “mucho” más-, Gouthier del barcelonés barrio de Sarrià.

Gouthier: uno de los primeros, no en apuntarse a la moda, sino en crearla, de los gastrobares y, asimismo, pionero en ofrecer comida caliente sin disponer de cocina -¡Qué partido se le puede sacar a una máquina del vacío y a un baño maría!-.


Gouthier: dónde encontraréis una de las mejores barras de ostras de este país. Eso sí, no esperéis encontrar entre sus referencias ni ostras gallegas –quel dommage- ni del Delta: es de sobras conocido por todos el chovinismo de nuestros vecinos del Norte.

Gouthier: gastrobar, barra de ostras y acogedora terraza que hace imprescindible su visita en los meses de buen tiempo -¿Cuáles no lo son en Barcelona?-.


Gouthier, en el que, hace algo más de una semana, pude disfrutar de:

Una espectacular degustación de ostras: Speciale Nº2 (Marlene), Gouthier Nº2 (Normandía), Cancale Nº0 (Bretaña) acompañada con pan de centeno y mantequilla salada Echiré. Un surtido de ostras que, a pesar de no contener entre sus filas una de las mejores del mundo: la gallega, la de Cambados, ya justifica la visita a este restaurante situado en el corazón de Sarrià.

Un notable salmón ligeramente ahumado y envuelto en alga nori.

Un buen hígado de rape, aunque nada que ver tiene con el preparado y servido en Kabuki (Madrid) o Dos Palillos: los mejores que he probado.

Un guiso de tripa de bacalao con guindilla y ajo escalibado absolutamente desajustado en sus proporciones, pues la tripa de bacalao quedaba en una mera textura dado el abuso que se había hecho de la guindilla y, sobre todo, del ajo escalibado.

Y para terminar, un par de quesos elegidos de una carta que, por incomprensible que parezca, estaba dominada por referencias españolas. De entre ellos, me quedé con la Torta del Casar y el Cabrales: ambos en su punto.


En definitiva, una de esas terrazas de Barcelona que, por su localización y propuesta gastronómica se hace merecedora de nuestro favor y, particularmente, ahora que aprieta el calor.

Bodega: Clotilde Davenne Petit Chablis 2009 (Chardonnay). Domaine les Temps Perdus. Borgoña.

Precio: 35 € (comida) + 22 € (vino)
Calificación: 13,5/20

En pocas palabras: Algo más que una ostrería

Indicado: Para los que en verano su único hábitat son las terrazas pero “con fundamento”.

Contraindicado: Para los que no pueden con este delicioso bivalvo.

Plaça Sant Vicenç de Sarrià, Barcelona
93 205 99 69

4 comentarios:

  1. Que buen sitio recomiendas. Las ostras son mi perdición.
    Ayer precisamente visité el nuevo espacio de El Corte Inglés de Alicante "Experience Gourmet" y tomé unas ostras excepcionales "Guillardeau" nº 2, nada grasientas.
    Tomo nota de Gouthier.
    Saludos

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  2. Buenas noches, Carmen.

    Harás bien en tomar buena nota, pues pocas ostras, a mi parecer, pueden encontrarse mejores. Esta tarde he repetido visita (3 Gouthier Nº2 y un cava rosé) y solo puedo reafirmarme en mis comentarios.

    Un saludo,

    eduard

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  3. No he estat mai en aquest lloc, però vistos els plats em sembla perfecte... I cap problema en que només tinguin ostres franceses... soc "francofilo" total... :)

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  4. Hola, un pequeño detalle, el pionero, si es que lo hay, de comida caliente sin cocina es Piratas en la calle Ausias March cerca de l'Auditori donde con un gratinador hacen un foie al oporto, un refrito de paella, o unas carrilleras confitadas que quitan el hipo y encima tienen una sommelier que la fichariamos todos a golpe de talonario...
    Calignasi

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