Un restaurante, una estirpe de restauradores que a nadie deja indiferente.
Hablar del Gastrobar 3 es hablar de la familia Arola, pues este local de diseño situado en el ensanche más noble de Barcelona, zona abonada a la restauración, aunque no siempre de calidad, lo dirige, a su manera –manera que o uno ama u odia, aquí no hay término medio- mi tocayo Eduard Arola, lo asesora en la distancia el talentoso y jamás esquivo a polémicas, Sergi Arola, y lleva excelentemente las riendas de su cocina el genial Matteo Pancetti (Arola Arts, Alain Ducasse…).
Y me dispongo a radiografiar –reitero, bajo el influjo del tamiz de subjetividad inherente a toda crónica gastronómica-, por tercera ocasión el Gastrobar 3 –por media docena se cuentan mis vistas a este local, siempre con idéntico parecer-, pues son muchas las voces levantadas, los comentarios expresados en este blog en una línea casi hasta antagónica a lo que expuse allá sobre el mes de enero, tras mi primera visita al Gastrobar 3, trasncurridos unos pocos días desde su apertura.
3: Food, People and Music.
Food: Por cuanto a continuación expondré, y refrendado por todas mis anteriores vistas, a un altísimo nivel.
Music: De los locales en los que he estado en los que ésta está -perdonad el trabalenguas- mejor integrada. El mejor exponente de ello es que pasa desapercibida hasta que el susurro de una de “tus canciones” –en mi última visita fue una balada de Kiss- llega a tus oídos.
People: Lo dicho, una forma sui generis de llevar el local por parte de Eduard Arola, alias “Eddy”, al que ya definí en su día como el Flautista de Hamelín de la restauración de nuestra ciudad, que se me antoja como “el pal de paller” –que diríamos en catalán- de las filias y las fobias hacia el Gastrobar 3. Para qué esconderse: a mí me cae de lo más simpático. Pero sin duda, si uno busca una sala aséptica, el Gastrobar 3, así como Libentia o Casa Paloma –aunque en otro sentido-, La Tasquita de Enfrente (Madrid), y tantos otros, no son su destino.
Pero vayamos al grano, a lo, desde mi punto de vista, incontrovertidamente meritorio del Gastrobar 3: su propuesta gastronómica. Propuesta encarnada en mi última visita por:
Una notable ostra en ceviche, cuyo sabor, a pesar de la suavidad del ceviche (tomate, flor de cilantro y pepino), quedaba en exceso empañada.
Una excelente “esqueixada” de corvina con infusión de arbequinas, pimiento, tomate y cebolla.
Debo reconocer que, aunque no soy muy amante del foie micuit caramelizado, el servido por Matteo (aquí se advierte la mano Ducasse) con pistachos, PX y una confitura de albaricoque y vainilla estaba excelente.
Una magnífica versión de las migas: ¡Imprescindible!
Dos destellos de producto de primera a los que la excelente cocción, casi nula, dada por parte de cocina acababa de resaltar su calidad: unas navajas del Delta con ralladura de limón y;
Unas gambas de Arenys al natural.
Un muy buen mar y montaña encarnado por una vieira –casi cruda: ¡Perfecta!-, con panceta y aire de ibéricos, y piña a la vainilla –quizás algo de reiteración en el uso de esta especia por parte de Matteo-.
Y aunque algo fuera de temporada, puso una magnífica guinda a la partida de “entrantes y principales”, un rabo de toro con tupinambo, pera y haba tonka: potencia, pero con control, gustativa al límite.
Y para terminar, dos notables postres –la asignatura pendiente del local, pues en mi primera visita los firmaba por debajo del nivel del resto de la comida el bueno de Paco Torreblanca-:
Su versión del clásico helado Solero: brunoise de mango, espuma de vainilla, sopa de maracuyá y helado de yogur.
Y un brownie –receta tradicional-, al que le sobraba el azúcar glas que lo cubría, pero al que acompañaban magníficamente una ralladura de naranja, helado de vainilla y toffee.
En definitiva, dónde dije "Digo" sigo diciendo "Digo", o lo que es lo mismo, que la propuesta gastronómica del Gastrobar 3 siempre se me ha antojado como merecedora de un sonoro aplauso.
Bodega: Botella de Riesling Spatlese 2010 (Riesling; Trocken), y copa de Abadía de San Quirce Crianza 2006 (Tinta fina; Ribera del Duero).
Precio: 35 € (comida) + 23 € (bebida)
Calificación: 15/20
En pocas palabras: Uno de los mejores gastrobares de Barcelona.
Indicado: Para disfrutar de la cocina de Matteo Pancetti: uno de los grandes de Barcelona.
Contraindicado: Para los que no gustan de una sala que, en ocasiones, puede llegar a resultar invasiva.
Còrsega 231-233, Barcelona
677 887 565
No sé... Pel que dius té bona oferta gastronòmica, però per altres referències que en tinc em fa una mica de por de sortir mig emprenyat...
ResponderEliminarAlgú em va explicar una anèdocta de que mig en serio mig en broma, va amenaçar a un blocaire de "si quedes amb gana ho dius i et convido a més... però si ho poses al bloc et denuncio"..
I clar... amb lo "guerriller" que soc jo, amb una conyeta d'aquestes ja hi som... I si li afegeixes que el clan Arola em cau fatal, ja la liem... :).
En fi... que crec seguiré sense fer el pas...
Salut
L'Eduard Arola és una persona peculiar -qui no ho és?-, però d'aquí a amenaçar a algú...I és provable que de ser més convencional la qualitat del 3 es posaria menys en dubte. No obstant, gastronòmicament és impecable.
ResponderEliminarSalutacions,
eduard
Hola Ricard,
ResponderEliminarCuando yo fui al 3 él mismo Eduard Arola nos explicó que había denunciado a un blogger por las malas críticas que había publicado. Estaba indignado con los blogger, según él eran una plaga, supongo que los que escriben mal sobre su local, lo serán menos los que escriban críticas positivas como Eduard. Así que doy fe.
Nosotros pensamos pues ... Viva la libertad de expresión!
Si se recibe una mala crítica pues hay que asumirla y esforzarse en mejorar para cambiar la balanza.
La carta de vinos no era muy extensa y estaban subidísimos de precio, más del doble que en tienda.
La cena sin gambas, sin vieiras, sin foie, todo mucho más sencillito y nada espectacular fueron 75 euros incluyendo el vino "El Malabarista", que era el más barato que tenían en la carta, un poco caro para ser un gastrobar no?
Saludos,
Mónica
Hola Mónica,
ResponderEliminarPrimera noticia al respecto, y muchas gracias por la información, pues apunta a una actitud por parte de Eddy, cuanto menos, reprochable.
Y tienes toda la razón sobre su carta de vinos, pues sus referencias son escasas y a precios excesivos. Mi riesling en tienda ronda los 8 € y me costó 20.
Un saludo,
eduard
Hola Eduard,
ResponderEliminarCuando estuve yo, a principios de año, tenían una amplia e interesantes oferta de vinos a copas -efectivamente, económica no tanto-. ¿Sabes si la siguen manteniendo?
Gracias y un saludo !
Dani
Mi experiencia en este local no fue nefasta pero casi.. a pesar de estar casi vacio.
ResponderEliminarServicio prepotente y poco amable.
Recuerdo haber comido una ensalada de tomate de "penjar" y bonito ahumado insipida,
Unas alitas de pollo marinadas con romesco, casi quemadas. Unas pizzetas de mongetes de Santa Pau y butifarra, buena idea pero mal ejecutada... Y para terminar, un postre de Totel, que debia estar frio, y estaba casi helado. En fin...
Pa no volver ¡¡¡¡
Saludos Eduard
Hola Dani,
ResponderEliminarDesafortunadamente ya no cuentan con tal selección. Ahora se ofrecen un par de referencias por tipo de vino.
Un saludo,
eduard
Hola Bernie,
ResponderEliminarLa mayoría de los platos que apuntas, creo que exceptuando el postre todos, también los he probado con, afortunadamente, mejores sensaciones. No obstante, esta última visita ha sido la más completa gastronómicamente hablando.
Un saludo,
eduard
Yo fui a principios de este año y aunque todos los platos estaban deliciosos, al final no salimos muy conformes. La raciones eran muy pequeñas, la música brillaba por su ausencia, los vinos caros, el local es agobiante desde la entrada y el servicio lento y desorganizado.
ResponderEliminarMas o menos lo mismo ocurrió en mi visita al Arola, aunque aquí si había música...y a que no adivinan quien era el Dj?...pues nuestro querido Sommelier...que estaba más pendiente de pinchar que de atender a los clientes, la recomendación que no hizo del vino fue nefasta (la peor que me han hecho).
Yo particularmente no volveré a ninguno de los 2 restaurantes.
Saludos,
Marisela
Hola Marisela,
ResponderEliminarComo apuntas, muy pocas fisuras tiene la propuesta gastronómica del Gastrobar 3 y sus lagunas, y la razón de la insatisfacción de algunos, muchos -no es mi caso- comensales debe buscarse fuera de su cocina -una pena-.
Un saludo,
eduard
Yo fui también al 3 Food & People & Music y no me gustó nada. No me gustó la decoración, ni la comida, no hubo nada que me sorprendiera, ni el vino, ni el servicio, no sabes lo que nos tardaron entre plato y plato, música no había, y para culminar nos salió carísimo.
ResponderEliminarNo se, yo me sentí que me habían tomado un poco el pelo, y no me gusta sentirme así.
Yo tampoco volveré.
Saludos,
María
Lo mío con el 3 se está pareciendo cada vez más a una travesía por el desierto, pero es que realmente disfruto, particularmente gastronómicamente.
ResponderEliminarUn saludo,
eduard
Pues a mí me gustó...
ResponderEliminarLas estrecheces de la espera en la entrada quedaron sobradamente compensadas por el nivel de cocina y materia prima.
Sin duda, yo volveré a probar sus escabeches !
Dani
Gracias, Dani, ya no me siento tan solo en mi "cruzada".
ResponderEliminarUn saludo,
eduard
Poques vegades he vist tantes crítiques juntes en un restaurant del teu bloc... Ja sé que això no és una ciència exacta, però intueixo que "maniobren" el tracte en funció de qui tenen al davant.. o de si el coneixen.
ResponderEliminarI el post de la Mònica ja va en direció del que deia jo. Es el mateix que em van explicar.. que el tal Eduard Arola xulejava del tema.. I clar.. ja prefereixo no anar doncs amb lo que m'agrada provocar i liar-la ... :).
Salut!
És possible que tinguis raó, Ricard, i és una autèntica llàstima, doncs la proposta gastronòmica del Mateo és una meravella.
ResponderEliminarSalutacions,
eduard
Buenas!!!
ResponderEliminarcomo cocinero y comensal debo de reconocer que Sergi Arola es quien es por la cocina que hace.
También comentar que despues de trabajar 3 años con eduard Arola en el Hotel Arts, lo de la amenaza es lo minimo que es capaz de realizar este "personaje", ya que le hemos visto hacer peores.
Como reprochar a un cliente que el tiene siempre tiene razón por ser quien es.
Se debe de dejar de mitificar a estos cocineros que hacen lo que les da la gana,explotan al personal y tiene el 90% de la plantilla de practicas por un simple afan personal y con el beneplacito de la administración y el elogio de los grandes escritores de guias.
Comentar que soy un jefe de cocina de 15 años de esperiencia y con 9 estrellas michelin a mi espalda.
un saludo
Sin duda, mitificar a los que abusan, a los engreídos, a un mero nombre o apellido no tiene razón de ser.
ResponderEliminarUn saludo,
eduard
Hola,
ResponderEliminarAunque soy de Barcelona vivo en Londres, y en cuanto puedo me escapo a Barcelona para estar al dia de la oferta gastronomica. Apenas suelo repetir porque me obsesiona probar sitios nuevos, maxime cuando no vivo en Barcelona. He estado dos veces en este restaurante y no comparto ninguna de las criticas que se han hecho. La experiencia gastronomica, el servicio y el ambiente nos encantaron.La primera vez fui con barceloneses y la segunda con dos amigos extranjeros. En sendas ocasiones fue un exito. Volvere y estoy con mi tocayo.
Eduardo
Buenos días, apreciado Anónimo,
ResponderEliminarTampoco soy de los que repito demasiado, en este caso, para poder ofrecer en este blog la máxima diversidad posible y, entre el 3 y su réplica deluxe 3DLUX he comido más de media docenas de veces en los gastrobares de los Arola, en líneas generales, todas ellas más que satisfactorias.
Un saludo,
eduard
Yo no escribo de mis experiencias gastronomicas. Soy un empresario, pero que gasto en gastronomía lo que no está escrito. Lo conozo casi todo. Y del 3 food que habré estado 6 veces: una a la carta (45 euros), dos al menú de 24 euros y tres al menú de 13 euros, he de decir que es muy correcto tanto en ración como en calidad. Y el servicio muy agradable. Del 2011 a hoy ha cambiado bastantes cosas.
ResponderEliminarComo bien apuntas, apreciado Anónimo, mucho pueden cambiar las cosas en un año o, incluso, en un mes.
ResponderEliminarPor eso siempre insisto en que mis crónicas son la foto de un momento y no, para mal o para bien, la imagen de lo que uno va a encontrarse.
Un saludo,
eduard