lunes, 27 de junio de 2011

Dry Martini The Academy

¡Y aquí va otro –ya he perdido la cuenta- que se apunta a la moda de los gastrobares!

Moda que muchos, y el restaurante que hoy nos ocupa no iba a ser diferente, han interpretado como la de ofrecer, en una segunda marca, la comida, en formato de tapas o platillos, que dio notoriedad a la primera (Coure y su Atelier, Lluçanés y sus Fogons, Saüc y su Gastrobar…).

Tapas y platillos que, con sus precios de media, de cuarto de ración, en demasiadas ocasiones hacen caer al comensal en el apriorismo de creer que la factura final nada que ver tendrá con la que hubiese pagado en la propuesta madre, y no siempre es así, con el consiguiente cabreo, decepción, sensación de engaño…-eso va a caracteres-.

En este sentido, si bien la relación calidad-precio del nuevo Dry Martini The Academy es sensiblemente más ajustada que la del restaurante Speakeasy –lo que tampoco es, a mi entender, muy difícil- si uno no está dispuesto a pagar la exclusividad de un marco y, sobre todo, el savoir faire de los chicos de Javier de las Muelas con los cocteles, probablemente, la factura final se le antojará excesiva.


Y así, el pasado martes, pude disfrutar en el restaurante Dry Martini The Academy de:

Unos irregulares aperitivos, encarnados por lo que debía ser un gazpacho de fresas y que se quedaba en una sopa de éstas, un variado de aceitunas y una buena ensaladilla rusa.

Una muy buena croqueta de fondue.

Una notable ostra Marene Nº2 –más bien parecía del 3, dadas sus escasas dimensiones- que, no obstante, nada hubiese podido hacer de tener que enfrentarse cara a cara con las que el día siguiente me regalé en el restaurante Gouthier de Sarrià –pasado mañana podréis leer su crónica-.

Unas magníficas tortillas de camarones. Hasta el momento, las mejores que había probado al Norte del Puerto de Santa María eran las que preparan en el restaurante Montesquiu. Y digo hasta el momento, pues hoy, se han visto relegadas a un segundo lugar por las del restaurante Dry Martini The Academy, insisto: colosales.

Unos correctos huevos rotos con jamón ibérico.

Y un excelente arroz carneroli de vieiras y marisco. Perfecta tanto la cocción de las vieiras como del arroz así como la intensidad del caldo de marisco.

Cena a la que acompañaron unos notables panes blanco y de nueces y pasas y un buen, aunque dado su exceso de afrutado no son mis favoritos, aceite del Empordà.

Y a la que pusieron una magnífica guinda los dos siguientes cócteles:

Un mojito de maracuyá y un vodka con soda, limón y albahaca.

En definitiva, otro gastrobar ha llegado a la ciudad, eso sí, aportando, dada la comunión de alta gastronomía y coctelería que ofrece, bastante más que muchos de los que, en un ambiente de recesión, están plagando nuestro panorama gastronómico.

Bodega: Ekam 2010 (Riesling y Albariño). Castell d’Encús. Costers del Segre.

Precio: 40 € (comida) + 30 € (vino: uno de los mejores blancos de mi tierra) + 22 € (cócteles)
Calificación: 14/20

En pocas palabras: Food and drink.

Indicado: Para los que disfrutan de tomar la primera copa –¡Y qué copa!- en el mismo restaurante.

Contraindicado: Para los que no gustan de ambientes algo, o mucho, “pijos”.

Aribau con Còrsega, Barcelona
932 178 070

6 comentarios:

  1. Entre el must de la tortilla de camarones y el arroz de vieiras me temo que no podré resistir caer pronto en sus fauces.

    Y coincido plenamente contigo en el Ekam de Raül Bobet... ¡qué grande!

    Salut !

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  2. Con los cócteles y el vino, sin duda, lo mejor de la noche.

    Ya nos contarás.

    Un abrazo,

    eduard

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  3. Caldrà anar-hi.... Sempre he tingut especial estimació pel Dry Martini... Fins i tot em sap greu quan hi veig públic massa decadent...

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  4. Crec que gaudiràs, i més si ets "fan" del Dry Martini.

    Salutacions,

    eduard

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  5. Ayer cuando leí tu post propuse ir a The Academy para probar con unos amigos que habíamos quedado, finalmente se decidió ir al Bar Mut, ojalá hubiéramos ido a The Academy, nos hubiera costado más o menos lo mismo y no nos hubiéramos sentido un poco "timados". Hacia tiempo que no iba al Bar Mut ya que la última vez ya no nos quedamos con muy buenas sensaciones, pero 2 años después constato que me marché con la misma mala experiencia. Como decía mi amigo es un tima-guiris, ya que locales éramos poquísimos. Caro, servicio, regular y tapas correctas.
    Espero que a nuestro amigo Quim la aventura por NY le vaya muy bien, aunque para triunfar allí tendrá que ser mucho más auto-exigente ya que la competencia allí es feroz.

    Un saludo,

    Mónica

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  6. Hola Mónica,

    Por desgracia, comparto tu criterio respecto al Bar Mut, hace un tiempo referencia, hoy fachada.

    Un saludo,

    eduard

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