… para que todo siga igual.
El restaurante Colibrí, amante de mudar la piel, ha vuelto a las andadas.
No obstante, si hace unos años tal cambio –a peor, dicho sea todo- fue más que considerable (ubicación, propuesta gastronómica, socios…), su última muda se ha circunscrito únicamente al nombre.
Un viaje, el de Colibrí a César Pastor, al que todos los achaques del primero se apuntaron y, desafortunadamente, alguna de sus virtudes se perdieron por el corto camino.
Achaques propios de un modelo de restaurante, de una filosofía gastronómica en vías de extinción e identificables en:
Creer que la cantidad puede suplir la cantidad. Sino, cómo explicar el “alarde” de aperitivos (terrina de pollo con queso fresco, mejillones en escabeche, langostinos rebozados, won-ton de sobrasada y membrillo, focaccia de cebolla y zanahoria…), en el que solo escapan de la mediocridad unas patatas fritas “home made” y unas croquetas de cocido, que sirven en el restaurante César Pastor.
Ofrecer un menú a precio cerrado en el que son muchos, demasiados, los platos con suplemento. ¿Qué sentido tiene, entonces, salvo infundir una falsa sensación de precios contenidos, disfrazar una carta de menú?
Una carta de vinos en la que muchas de sus referencias han visto su precio multiplicado por cuatro.
O navegar sin rumbo definido entre la cocina de mercado y la creativa, con el consiguiente riesgo que el comensal acabe yéndose al garete –os recomiendo consultar el significado de tal término náutico-.
Afortunadamente, este no fue el caso en mi última cena en el restaurante César Pastor (la primera bajo tal denominación), pues, aunque…
Un durísimo pulpo -¿Qué está pasando últimamente con las cocciones de este cefalópodo?-, con extraños compañeros de cama (ají, polenta, jengibre y judías verdes);
Un, meramente correcto, lechazo, a años luz de los servidos en restaurantes como Alkimia o Coure –enhorabuena, Albert, por la nueva decoración de tu Coure- con raviolis de queso;
Una de las peores “torrijas” que he probado últimamente. Sin duda, ni la textura ni el sabor de ésta eran los deseables. Una lástima, pues el sorbete de manzana verde que la acompañaba había puesto cuanto podía para que resultase una agradable versión;
Y unos petit fours a los que resulta de perfecta aplicación cuanto he dejado escrito sobre los aperitivos…
Hicieron temer una travesía de lo más complicada;
Una más que meritoria tatin de foie -excelente la calidad de éste-;
Y un notable steak tártar –el eterno salvavidas del restaurante Colibrí, perdón, quería decir del restaurante César Pastor-…
Dejaron el mar en relativa calma.
En definitiva, y a pesar de lo que algunos podáis creer a tenor de mis palabras, el restaurante César Pastor, sin duda, juega en primera división de la restauración barcelonesa, no obstante, desde que abandonó el barrio del Raval, su juego ya no me emociona.
Bodega: Gago 2008 (Tinta de Toro). Telmo Rodríguez. DO Toro.
Precio: 55 €
En pocas palabras: Giro de 359º del restaurante Colibrí
Indicado: Para disfrutar de una de las salas más elegantes y espaciosas de Barcelona.
Contraindicado: Para los que creemos que si no caminas te quedas atrás.
Casanova 212, Barcelona
934 432 306
Me sorprendió que los aperitivos y los petit fours fueran tan mejorables, a mi modo de ver deberían servirse sólo si son un plus y nunca si restan.
ResponderEliminarLa sala es fantástica, una grata sorpresa en el eixample barcelonés.
Andrea
Tienes toda la razón, Andrea. Unos aperitivos o petit fours, si no han de aportar nada, mejor que no estén.
ResponderEliminarUn saludo,
Eduard
Una pena. Cesar es un buen tipo...la s"circunstancias" han dado al traste con su proyecto.
ResponderEliminarSobre César no puedo pronunciarme con suficiente conocimiento de causa, Bernie.
ResponderEliminarSobre su proyecto gastronómico sí que puedo afirmar que, a mi entender, no aporta mucho dentro del panorama barcelonés.
Un saludo,
eduard
Nunca me han gustado este tipo de paginas en las que se despotrica tanto y tanto sobre un restaurante, pues quieras o no engañas al personal. Por mucho que digas esto es tan solo tu opinión y como tal, no deberías permitirte el lujo de hablar y criticar de esta manera, porque al fin y al cabo quien eres tu para hablar así sobre el trabajo de la gente?
ResponderEliminares que si no eres amiguito de Eduard como los brothers Arola, Casa paloma, Coure y Alkimia no cocinas bién, Cesar no lo es y por eso lo critica.
ResponderEliminarDéjame que te diga una cosa, yo he comido mil veces mejor en Cesar pastor que 3fm, Casa Paloma y el rollo del Canalla juntos, lo veo injusto criticar de esa forma a Cesar con esas frases.
Creeme mi día de casa paloma me dieron una pasta congelada en el interior y me lo quedo para mi o en Canalla un plato de setas que parecía que te lo comieras del suelo de la arena que tenía.
Parece un macroreportage, el cordero mejor el de Alkimia, eso mejor en Coure, ... cada uno hace lo que buenamente puede.
Hace mucho que visito esta página porque me gusta, y comparto en gran parte el gusto de quien la escribe.
ResponderEliminarMuchas veces alaba el trabajo bien hecho.
No creo que reflejar una opinion sea engañar a nadie , todo el mundo puede probar y contrastar la opinion expuesta.
Creo que sus comentarios son desafortunados porque por esa regla de tres nadie puede opinar de nada.
Además , yo visito las páginas que me gustas , las que no , ni las miro
Un saludo
Vayamos por partes amigos Anónimos,
ResponderEliminarApreciado Anónimo I,
He reiterado en este blog, y seguiré haciédolo hasta quedarme sin voz, sin dedos con los que escribir, que nunca me he sentido en posesión de ninguna verdad y que lo que esta página contiene no es otra cosa que la impresión subjetiva, eso sí, fundada, honesta, respetuosa..., de alguien que se sabe que no es nadie.
Apreciado Anónimo II,
Nunca mis crónicas se han guiado por el amiguismo -por cierto, gracias por atribuirme una amistad, de la que no sé si gozo, con magníficos restauradores como Sergi, Enrique, Albert, Jordi...- y, así, fácilmente encontrarás uno y dos, y muchos más, reproches en las reseñas de mis visitas a Arola Gastro, 3, Coure, Casa Paloma, Alkimia...
Reitero lo dicho: puede que tu comas mejor en César Pastor que en Casa Paloma, pero yo no, y desde este espacio, y una libertad de expresión bien entendida, esto es, honrada y respetuosa, así lo expreso.
Y para concluir, decirte que nunca he hecho -y me los has propuesto- ni haré publireportajes, pues solo me debo a mis lectores, a su derecho a una información no cautiva.
Un saludo a los dos amigos Anónimos,
eduard
Hemos publicado casi a la par, apreciado Anónimo III, y no puedo hacer otra cosa que agradecerte la confianza mostrada en este blog y, particularmente, ahora que sales en defensa de su contenido.
ResponderEliminarUn saludo,
eduard
Ostres.... Quin lio d'anònims...!!!...:)
ResponderEliminarPlease.... Anònims.... Signeu amb algun pseudònim que és més fàcil de llegir....
Al filal, apreciat Eduard, m'hareu de donar la raó de la meva filosofada "Els bloggers som incòmodes", que vaig publicar dissabte al meu blog.
No agradem massa, excepte al munt de seguidors que tenim... Però com en tenim un munt.... "Va por ustedes.....!!!!".... :))).
Salut i ànims...!!.
Señor Ros:
ResponderEliminarCritica y ofende quien puede, no quien quiere. Usted no es docto en periodismo gastronómico, un abogado más, aficionado a comer por ahí, que un "buen" día decide asomarse con insidia, soberbia y pocos recursos estilísticos a este complejo mundo de la gastronomía, bajo el nombre, no más osado y presuntuoso, de "Brillat Savarin".
Su libertad termina donde empieza el sacrificio, las buenas maneras, el oficio del Señor Pastor. La suya es una crítica destructiva y negativa y carente de veracidad, es decir, usted miente. Miente al decir que son "demasiados" los platos con suplemento: sólo son 5 de 28.
Usted, obsesivamente, nombra a sus dos niñas bonitas, Coure y Alkimia, en demasiadas críticas, comparando estos, a decir verdad, grandes restaurantes de Barcelona, con el restaurante que en ese momento le ocupe. No es de recibo: muchos de los que de vez en cuando le seguimos empezamos a pensar que les debe usted algo, jeje, no se lo tome a mal.
Plantéese usted si moralmente y técnicamente tiene usted la capacidad de verter tales inconcreciones sobre profesionales con más años de ejercicio que usted de vida.
Atentamente,
Mojopicón
P.D. Por cierto, "armonía" va sin "h".
Tota la raó, Ricard, això comença a ser un esport de risc.
ResponderEliminarI moltes gràcies i, de nou, enhorabona.
Salutacions,
eduard
Apreciado Sr. Mojopicón,
ResponderEliminarNunca he pretendido ni ser un crítico -me considero un simple cronista de mis etapas gastronómicas- ni mucho menos docto en ello. Por cierto, el bautizar a mi blog como "Brillat-Savarin" no responde a una presuntuosa comparación con uno de los padres de la gastronomía, sino a un humilde homenaja a quien sentó muchos de los principios de una filosofía gastronómica que un abogado y químico que soy, como el gran Jean Anthelme, comparte.
Respecto mi libertad, considero que ésta termina donde ya no está recubierta por un manto de honradez y respeto, cosa que creo que, todavía no ha sucedido (por cierto, prescindiendo de los postres, son más de una cuarta parte de los platos con suplemento, alguno de ellos astronómicos, cosa que no está mal).
Y las refernecias a Coure y Alkimia no responden a otra deuda que a un mero acto de justicia con dos de las mejores propuestas gastronómicas de Barcelona.
Saludos,
eduard
PD: a pesar de mis casi 29 años, ni dudo de mi integridad moral ni de mis capacidades técnicas.
Deja de mentir Eduar, y aprende a comer......Te veo mas en la politica ,lo digo por tu perfil.
ResponderEliminarNunca he faltado a la verdad en este blog, y sería todo un honor poder, algún día, servir a mi país, a la sociedad: lo que, a la postre, es la política que practican la mayoría de los que a ella se dedican.
ResponderEliminarEduard
Eduard por qué no te presentas a futuro alcalde de Lleida y dejas la gastronomía para los profesionales, no es un juego, de ella comen muchas bocas.
ResponderEliminarTu te lo tomas como snobismo y no lo es, detrás hay todo un mundo de sacrificio.
Te pediría, apreciado Anónimo, que no confundas el tocino con la velocidad, y respecto el esnobismo que denuncias, solo puedo decirte que no podrías estar más equivocado, pues entiendo a la perfección los sacrificios que implica el amor por la gastronomía.
ResponderEliminarUn saludo,
eduard
Habiendo seguido este blog desde sus inicios me sorprende lo agresivo de los comentarios en este post, las formas y el poco respeto (mejor dicho, ninguno) que se están demostrando. Si, como dice Mojopicón, el Sr. Pastor tiene buenas maneras, está claro que no las tienen sus seguidores.
ResponderEliminarSigo varios blogs, muchos más que periódicos leo diariamente, y si lo hago es porque no necesito que alguien sea periodista para leer lo que escribe, de manera que no acabo de entender que alguien que siga este blog, u otro cualquiera, critique que el que escriba no sea "docto en periodismo". Eso es lo que normalmente es un blog, las opiniones de un individuo cualquiera, un diario público, sin candado y sin licenciatura. Si lo que uno quiere es periodismo debería centrarse en los periódicos y dejar que los que disfrutamos con los blogs lo sigamos haciendo en vez de discutir sobre la legitimidad de alguien para dar su opinión. ¿Es más legítimo darla en "tripadvisor" o en "verema"? Al menos yo prefiero las opiniones con nombres y apellidos, con continuidad, como en las críticas de cine, aunque sea porque al cabo de un tiempo ya sabes cuál es el criterio que sigue esa persona y sabes si lo compartes o no, o hasta qué punto; si le gustan los platos salados, las carnes crudas o si prefiere menu degustación o pinchos.
Creo que todos los que seguimos este blog sabemos que a Eduard le encanta el Alkimia, el Coure, el 3, el Libentia, el Mugaritz... (y muchos otros que no publica tantas veces pero con los que le basta un post para transmitir lo que ha disfrutado) y precisamente porque no lo esconde sabemos cual es su vara de medir, donde pone el listón.
Y, Sr. Anónimo, de la gastronomía comen muchas familias, como de todos los trabajos, no por ello se ha de permitir cualquier cosa ni a cualquier precio ni se puede dar menos de lo que se espera de uno. Los potenciales comensales que quieran informarse antes de escoger restaurante tienen derecho a poder hacerlo y eso beneficia y perjudica por igual a los restauradores.
Hice un escueto comentario el primer día, pero visto lo visto voy a entrar al trapo y decir que que, si bien sólo estuve en una ocasión, encontré que César Pastor estaba por debajo del nivel en el que parece que juega (por el precio, el espacio, el servicio, la estructura de las comidas -con apertivios, petit fours...-). Y, y esto ya no es una opinión, sino un hecho, sin duda los vinos están pasados de precio (no es ni mucho menos el único restaurante de Barcelona donde esto es así, pero eso no quiere decir que no sea algo criticable) y en la carta hay muchos platos con suplemento (cosa que creo es más perjudicial para el restaurante que para el cliente pues, al menos para mí, da peor impresión ver 10+5 que 15).
Un saludo,
que passa Eduard que ahora te defiende tu novia?todo queda en familia.
ResponderEliminarUna persona cuando escrive se ha de documentar previamente y tener sus fundamentos creo, el rollo ir de super guays a comer a los restaurantes y después apuñalar queda de muy falso.
Gracias, de todo corazón, Andrea.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCullons tú, creo que al Anonimo este se le ha ido la pinza. Yo solo puedo apuntar que agradezco a la gente que como tú y Ricard publicáis vuestra opiión en vuestros respectivos blogs, cada día leo a varios de vosotros y cada día me quedo cn aquello que mejor me ha parecido para poder probarlo en agún momento, indudablemente una mala crítica de varios blogs sobre un mismo local puede influir en que ya no lo visite, pero para ello tengo mi capacidad de razonamiento e intento siempre discernir entre la opinión interesada de la opinión personal, por todo ello muchas gracias de nuevo y seguir escribiendo.
ResponderEliminarVes al local de este post, ya no lo pasaré a visitar, me ha dejado un mal sabor de boca jejeje
Un saludo a todos y que no se enfade nadie
Muchas gracias, Sergi, por tus palabras, pues son éstas las que, a la postre, justifican nuestro trabajo.
ResponderEliminarUn saludo,
eduard
Trabajo Eduard?si tu no te dedicas a esto del periodismo, eres un simple aficionado el cual opina libremente pero siempre bariendo para las mismas casas
ResponderEliminarA veure si pendrem mal...
ResponderEliminarJa ha pasat l´historia del pensament ùnic. Malament anirem si no podem dir la nostre lliurament amb educaciò i respecte.
Anims Eduard ¡¡¡
Moltes gràcies, Bernie!
ResponderEliminarNi tiene educacion ni respeto,no solo por la casa en la que come sino tampoco por el personal que trabaja en ella y menos respeto todavia por los comensales que en ese momento le acompañan.
ResponderEliminarTenía ganas de conocer el antiguo Colibrí, y con el cambio de nombre aún más, pero viendo los humos que se gastan en el restaurante.... Una mala crítica puede ser fruto un mal día en un restaurante, pero los comentarios que se pueden leer aquí por parte de gente afín, sin duda, al restaurante... esto es crónico. Creo que elegiré otros restaurantes con mejor ambiente. Gracias Eduard.
ResponderEliminar¿Pero que está pasando aqui? Hace tiempo que visito este blog, y es la primera vez que veo ataques tan furibundos, a mi entender totalmente orquestados. Entiendo que mucho le debe costar a Eduard mantener !su! blog, como lo está haciendo, semena tras semana, y yo, que también le sigo semana tras semana,siento la pena que debe sentir en estos momentos. Los hay que hablan de respeto con una facilidad pasmosa, como si el término fuese de fácil utilización. Madre de Dios.
ResponderEliminarUna única vez he conversado con Eduard, y convinimos en el aspecto subjetivo de cada comentario, carácter inherente a cuaquier forma de expresión. No se trata de sentar cátedra, ni de convencer a nadie sobre las bondades de uno y las no tantas de otro. Yo no conozco César Pastor, y no tardaré en visitarlo, y entonces y sólo entonces compondré mi idea, mi percepción del restaurante, y cuando alguien me pregunte le daré sin vacilar mi versión, seguramente sesgada por ese componte subjetivo.
Lejos de adoctrinar, este blog me interesa por abrir un punto de vista que puede ser diferente al mio, y esto enriquece la futura visita. Es por ello la sorpresa que me ha causado tanto revuelo.
Animo Eduard.Y creo también que es momento de agradecerte que compartas tus vivencias gastronómicas con nosotros, y, nos permitas discrepar de ellas.
Un saludo.
De nada, amigo Anónimo.
ResponderEliminarUn saludo,
eduard
No sufras, amigo Brigadoon, pues los muchos comentarios de apoyo que esta crónica ha suscitado son la mejor recompensa a mi trabajo -me gusta ver las botellas medio llenas-.
ResponderEliminarY muchas gracias por tus palabras.
Un saludo,
eduard
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTodo esto es un sinsentido.
ResponderEliminarLadran luego cabalgamos.
Animo Eduard!
¡Gràcias, Mr. Fox!
ResponderEliminarUn saludo,
eduard
Buceando por la red me he encontrado esto. Bueno, soy asiduo cliente del Cesar Pastor y he de decir que me parece todo un señor restaurante. Si nos ponemos a listar los restaurantes que no aportan nada a la escena Barcelonesa no acabariamos nunca...La cuestión es si uno disfruta o no lo pagado. En mi caso sí, y mucho...Me parece un sitio agradable, un servicio espléndido y una buena cocina muy honorable la del señor Pastor. Siempre que he ido he disfrutado, así que no me siento para nada reflejado en ésta crítica, pero ha de haber diversidad de opiniones...así que no hay más!
ResponderEliminarSaludos!
Buenas tardes Sr. Suárez,
ResponderEliminarAgradezco, y mucho, la sana discrepancia que refleja su comentario, y si bien es cierto que son incontables los restaurantes de Barcelona que bien poco aportan a su escena gastronómica, es de esperar que una casa de comidas en la que la factura final ronda las 10.000 de las antiguas pesetas tenga algo, o mucho que decir. Y, a mi modo de ver, ni su servicio, sí su bella sala, ni la cocina del Sr. Pastor (sin un rumbo claro) valen lo cuestan.
Un saludo,
eduars
Sr. Eduard: No entiendo como se puede criticar un restaurante de la forma que lo hace, me considero un sibarita y tengo que decirle que hacía dos años que no había estado en este restaurante, pero tengo que contradecirle en todo lo que ha expuesto, en un mes he ido 3 veces con varios amigos y tengo que darle entre un 9 y un 10 de puntuación, por el local, por el servicio y por los suculentos platos del chef.
EliminarApreciado Anónimo,
EliminarMe permitirá que respete pero que no comparta su opinión sobre el restaurante César Pastor, pues ni su servicio (por altivo e irregular), ni su propuesta gastronómica (errante) juegan, a mi entender, en la Champions de la restauración barcelonesa.
Un saludo,
eduard
Soy asiduo cliente de César Pastor, a veces intentamos cambiar de restaurante para variar pero casi siempre acabamos diciendo que como en el Colibrí ahora César Pastor no se come en casi ninguún sitio, sobre todo si miras la relación calidad precio. Los aperitivos que tanto criticais para mi gusto son muy buenos y en cualquier caso están incluidos en el precio del menu. En cuanto a los suplementos son razonables y para nada exagerados. Repito casi cada fin de semana comemos fuera i cambiamos intentando descubrir nuevos restaurantes pero casi siempre acabamos diciendo que én el César Pastor se come excelente a un precio razonable y en un ambiente relajado i agradable.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo
EliminarRespeto y agradezco, pero no comparto, su comentario, apreciado Anónimo.
EliminarUn saludo,
eduard
Buenas noches, Juan,
ResponderEliminarMuy a mi pesar no puedo suscribir tus palabras, pues, a mi entender y tras tres visitas, la cocina de César Pastor me parece desajustada relación calidad-precio y, lo que es peor, desorientada -no como cuando su casa era el Raval-.
Un saludo,
eduard