viernes, 30 de marzo de 2012

Hotel DO: Plaça Reial

La Cuina del DO

Reza la sabiduría popular que el hambre agudiza el ingenio y, en este sentido, hay unos cuantos motivos para creer en que, a pesar de los tiempos tan convulsos que nos están tocando vivir, una Barcelona sumida en un letargo –y no solo gastronómicamente- durante el último par de años –o puede que alguno más-, en la que muchas de las caras nuevas del patio gastronómico de la ciudad, o no lo eran tanto, pues o se trataba de meras mudanzas o de segundas residencias de “old fashioned” familias de restauradores, o en su novedad residía su único mérito, ha despertado de tan prolongada siesta y, gracias tanto a la irrupción de nuevas propuestas (i.e. Fábrica Moritz, Dime, Chez Coco o La Cuina del Hotel DO) como a la reinvención de otras algo caducas –¿A que sabías que estaba pensando en el restaurante Arola Arts?-, parece estar viviendo una segunda juventud.

Sin duda, en épocas en las que los cinturones van ganando agujeros, la inmensa mayoría de los experimentos suelen hacerse con gaseosa, lo que, en gastronomía, es sinónimo de bravas, croquetas y hamburguesas, y, por ello, la aparición en la escena gastronómica de Barcelona de restaurantes como La Cuina del DO se hace merecedora de un cerrado aplauso.

Muchos son los méritos del restaurante gastronómico -¡Qué poco me gusta esta expresión!- del Hotel DO, de entre los que merecen, particularmente, ser destacados:

Su ubicación en la Plaça Reial. Emplazamiento gracias al que cabe afirmar que Barcelona está hoy un poquito más vertebrada, más equilibrada gastronómicamente que ayer y, espero, algo menos que mañana –buena falta le hace, pues parece que la restauración barcelonesa no entiende de capilaridad y solo le van los polos-.

Su cuidadísimo y, de nuevo, afortunadamente contenido, interiorismo firmado por Lázaro Rosa Violán -¿De dónde sacará el tiempo?-.


Su sala, gracias a la magnífica comunión entre profesionalidad y proximidad que le ha sabido contagiar Thomas Rossini.

Y, por supuesto, su propuesta gastronómica, autoría de la cual debe atribuirse a Sergio Ruiz. Un joven cocinero formado, principalmente, en las cocinas de hoteles de lujo (Arts o Casa Fuster entre otros) y en cuyas creaciones es fácilmente perceptible la influencia de Paco Perez (durante tres años fue el jefe de cocina del restaurante la Enoteca).

Propuesta gastronómica de la que, el pasado viernes, decidí disfrutar a través de su menú degustación (50 €). Menú al que dieron forma:

Media docena de notables aperitivos: guacamole con quicos, mozzarela de Reixagó (de elaboración propia, dulce y de más que agradable textura), “Donut” ibérico, cono (ovulato y alga nori) de tártar de atún con espuma de mojito, nitro-remolacha rellena de anchoa, y su “coca de llardons”, de los que, sin duda alguna, fue el cono de atún el que se llevó la palma gracias a su profundidad de sabores y magnífico juego de texturas, cosechando su “coca de llardons”, y por culpa de su excesivo dulzor, las peores críticas –su lugar eran los petit fours y no los aperitivos-.





Un excelente servicio de pan de elaboración propia (blanco y de aceitunas negras y beicon), acompañado de un buen aceite (Mas Tarrés) y sal Maldon.

Sus “gulas”: labios de salmón (se precisa de un salmón y medio por ración) preparados como si se tratasen de angulas, esto es, con un sofrito de aceite, ajo y guindilla. Falsas gulas que se convirtieron, con el permiso del arroz, en la estrella del menú a la vez que en uno de los mejores entrantes de los que he disfrutado en mucho tiempo.

Un buen bacalao confitado y acompañado de perejil (lámina de gelatina) y eneldo (espuma y cremoso) al que alguna nota grasa le hubiese sentado magníficamente al efecto de que pudiese desarrollar todo su potencial gustativo.

Un notable carpaccio de gamba roja bien secundado por una royal de gamba, una reducción de fondo de gamba y sus patas crujientes.

Un bogavante –magnífica materia prima- con papada ibérica al que una presencia -incomprensible e injustificable- excesiva de ajo no permitió brillar. ¡Qué lástima!

Unos muy buenos pulpitos acompañados de un estofado de guisantes pelados.

Un magnífico arroz (perfectos punto y sabor) de erizos y trufa.

Una interesantísima hamburguesa de pollo de payés, foie y trufa.

Una pequeña y más que correcta degustación de “sus quesos” de vaca –como la mozarela servida como aperitivo, elaborados en la masía que la familia propietaria del Hotel DO posee en Manresa-: fresco, dos pastas blandas (Montreig y Sant Ignasi) y un pasta dura (Olost).

Un excelente postre cítrico (texturas de pomelo, lima, limón y gintonic) que se me antoja como una acertadísima evolución de la clásica tartaleta de limón.

Un correcto, aunque algo desajustado de sabores, pues la canela ensombrecía el resto de elementos de plato, milhojas (isomalt) de crema catalana, canela y frutos rojos (postre fuera del menú cortesía de La Cuina del DO).

Un excelente postre que, a diferencia de su predecesor, ilustraba a la perfección lo que es la complementariedad, la armonía de sabores, y al que dieron forma diferentes texturas (gelatina, bizcocho exprés, cremoso, helado, espuma) de salsifí, leche condensada y azúcar moscovado.

Y un correcto –con una excepción- quinteto de petit fours: macarron de frambuesas y rosas, crep de Nocilla –facilona y de más que mejorable textura-, nugat de pistachos, financiero de chocolate y almendras, y nitro-piruleta de vainilla, lima y fresa –sin duda, el mejor: por su pase delante del comensal y por su refrescante sabor-.



En definitiva, un restaurante que, gracias a una puesta en escena y una cocina más que cuidadas, ha venido para enriquecer el panorama gastronómico del gótico barcelonés.

Bodega: Copa de cava Mas Fontallada (copa de bienvenida cortesía del restaurante La Cuina del DO); botella de Nuat 2008, (Picapoll), Bodega Abadal, Plà de Bages; y copa de vino dulce natural Caligó (invitación de la casa).



Precio: 70 € (menú degustación + bebidas)

En pocas palabras: Un restaurante que cuesta menos de lo que vale –lo que no es nada frecuente-.

Indicado: Para los que no encontraban ninguna razón para competir con los turistas por una mesa en la Plaça Reial. Sinduda, el restaurante La Cuina del DO es una, y de peso.

Contraindicado: Para los que ovulato en la mesa y Lázaro en las paredes son cualquier cosa menos un reclamo para visitar un restaurante.

Plaça Reial 1, Barcelona
934 813 666

12 comentarios:

  1. No estan los tiempos para esta cocina que considero ya excesiva, repetitiva, visualmente atractiva, que al dia siguiente no recuerdas ninguno de los sabores de las propuestas del chef.
    Tengo un problema, ya veo....
    Debo estar ya harto de nuevos inventos que llevan al mismo sitio, o sea a ninguna parte.

    De todas maneras es posible que lo visite.
    Gracias por la info Eduard.
    Un abrazo.

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  2. Sin duda, Bernie, los ovulatos, isomalts, espumas, aires, tierras... están ya muy vistos, pero platos como sus "gulas" o la mano de Sergio con los arroces o la más que notable gestión de la sala hacen que la visita al restaurante DO no sea "una más".

    Un abrazo,

    eduard

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  3. Eduard.

    Me dá la impresión que esas "gulas" de morro de salmón, son de ahumados Carpier, he tenido oportunidad de probarlos, sin que se deconstruyan en "gulas" y son una delicia. Seguro que conoces estos productos, pero por si acaso no los has probado, intenta conseguir cocochas,aletas y tripas de salmón, aunque para mi el "top" es el higado de rape confitado. Conste que no tengo nada que ver con éllos, solo soy un fan de esa marca que hace las cosas muy, pero que muy bien.

    Un saludo.

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  4. Buenos días, Antonio,

    Siento el retraso en contestar, pero es que estoy de viaje por el Alentejo, y por aquí las posibilidades de encontrar una buena conexión a internet no abundan.

    Muchas gracias por la información, y respondiendo a tu pregunta, he podido disfrutar de las aletas, las cocochas y el hígado de rape, pero no de las tripas -y es lo que más me pirra-.

    Un saludo,

    eduard

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  5. Le auguro exito en la terraza con sus tapillas.
    El restaurante es otra cosa, ayer mediodia un par de mesas...Les va a costar.

    Estuve haciendo el aperitivo. Buen trato, cosa que deberia ser lo normal, pero como en muchos sitios es tan raro; lo normal, lo consideramos excepcional. Vivir para ver...

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  6. La he visto pero no he probado su propuesta gastronómica, Bernie, aunque solo por su ubicación suscribo el éxito que le auguras.

    Un saludo,

    eduard

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  7. Hola Eduard,

    Como seguidor semanal de tu blog te voy a pedir consejo para una cena especial en BCN, he visto las foto de DO y me ha parecido bastante buena. Mi presupuesto es de 150 €. Me aconsejas algo más o crees que es correcto? Mil graciesss!

    Alex

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  8. Sorry, 150 € 2 pax

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  9. Hola Alex,

    Ante todo, agradecerte tanto tu fidelidad como la confianza que depositas en mi.

    Y en cuanto a tu pregunta:

    Creo que el restaurante DO Reial es una buena opción, pero también lo son el restaurante del hotel Alma, el restaurante Coure o, y tal vez la mejor, el restaurante Dos Palillos.

    Un saludo,

    eduard

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  10. Gràcies Sr. Eduard seguiré tu consejo. Por cierto, tienes alguna referencia de Mirko Karturan de Caldes de Montbui?

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  11. No se merecen, y del restaurante que apuntas no tengo ninguna referencia, pero lo estudiaré.

    Un saludo,

    eduard

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