lunes, 9 de enero de 2012

Embat (II)

O la virtud de no tocar lo que bien funciona

Son incontables los motivos, las razones para salir a comer fuera. Entre la más básica, esto es, alimentarse, y la, a mi entender, más bella, y que identifico en compartir unos –muchos- instantes, ya sea con los amigos, la familia, la pareja –o todos juntos, ¿Porqué no?-, pueden encontrarse el trabajo, la aventura, la diversión, el placer… o, y la que tras mi primera visita al restaurante Embat ha sido siempre la culpable de arrastrarme a los humildes bajos que esta casa de comidas ocupa en el ensanche derecho barcelonés, la seguridad.

Seguridad entendida como saber a lo que uno va al restaurante Embat, que no es otra cosa que en búsqueda de una notable propuesta gastronómica de corte creativo preparada con unas materias primas más que correctas y siempre –ésta ha sido la norma en todas mis visitas- excelentemente ejecutada.

O en otras palabras, la sabrosa respuesta a esos días en que uno, con lo qué llevarse a la boca, no quiere experimentar ni con gaseosa. Eso sí, si ésta es el restaurante Embat, ese día el cuerpo también sabe que debe abstenerse de esperar sorpresas, lujos ni tampoco emociones a cuenta de su selección de vinos –sin duda, uno de los frentes que esta casa de comidas haría bien en reforzar-.

Y así, hace unos días, entre atracones navideños, pude disfrutar de:

Un correcto Negroni, que pedí habida cuenta de que en el restaurante Embat solo disponen de Martini. Con lo poco que cuesta tener un vermut “de verdad”. Y lo digo literalmente, pues los Izaguirre, Miró… de turno, son más baratos que el más famoso y menos auténtico de los vermuts.

El buen pan del horno Vilamala.

La siempre socorrida galleta de parmesano, en esta ocasión, aderezada también con comino.

El segundo y último aperitivo, encarnado por una buena cuajada de coliflor aderezada con anchoa y alga y que ilustra a la perfección que con el Embat nos encontramos ante un restaurante con personalidad.

Una notable, perfecta en su cocción, vieira con puré de patata, panceta ibérica y dados de manzana.

El buque insignia de la casa: el canelón de pollo de payés guisado y servido junto con una ligera bechamel trufada y un crujiente de parmesano.

Un buen morro de bacalao confitado en su justo punto y acompañado por un huevo a baja temperatura ahumado, huevas de arenque –cuya aportación gustativa al conjunto, a mi entender, se me antoja, como mínimo, como discutible- y espárragos blancos (trozos y su agua de cocción).

Un buen pichón en dos cocciones bien acompañado por una reducción del jugo de la ave y salsa de soja, maíz, polenta, tirabeques y acelgas.

Un notable pre-prostre en el que se daban cita fruta de la pasión, coco, romero, yogur, limón, piña y apio bajo la apariencia de un falso bizcocho, un helado, una sopa, un cremoso y los tres últimos en su estado natural.

Y el siempre bienvenido –aunque no tanto como Mr. Marshall, diría, en esta ocasión- postre de chocolate –no se pierde casi ni un solo menú-, protagonizado por diferentes texturas de chocolate (crujiente, cremoso, tierra y bizcocho) acompañadas por piel de naranja ligeramente confitada, albahaca y un excelente helado de leche.

En definitiva, un restaurante que, de seguir blandiendo como armas la sencillez, la honradez, la personalidad y la creatividad, seguro que a muy pocos llegará a decepcionar.

Bodega: Ses Nines 2010 (Mantonegro, Cabernet Sauvignon, Callet). Celler Tianna Negre. DO Binissalem

Precio: 55 € (menú 42 €, cóctel 6 €, Ses Nines 18 €)

En pocas palabras: una apuesta segura.

Indicado: Para los que gustan de esas pequeñas casas de comidas que cuestan menos de lo que valen.

Contraindicado: Para los que cuando salen a comer solo buscan emociones fuertes.

Mallorca 304, Barcelona
93 458 08 55

2 comentarios:

  1. Hola Eduard,
    El Embat es uno de nuestros clásicos aquí en Barcelona. Y de hecho le hemos dedicado el primer post de nuestro blog!
    http://gourmetsterribles.com/post/4144541492/embat

    Hace un par de semanas, hemos vuelto después de algunos meses sin visitarles y desgraciadamente la oferta de menú no había cambiado mucho. Es una pena, porque nos apetecía mucho descubrir nuevas creaciones. De toda manera, lo que hacen lo hacen muy bien, pero nos hubiera gustado ver nuevas cosas. Espero que la próxima vez, nos sorprenderán de nuevo.
    Un saludo,
    Gourmets Terribles

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  2. Hola amigos Gourmets,

    Sin duda, lo de reinventarse no va con el restaurante Embat, y aunque la seguridad suele estar reñida con los cambios, alguna novedad más en su oferta gastronómica sería deseable.

    Un saludo,

    eduard

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